Ojalá todo fuera una Maldita broma
Estaba en las actividades típicas del ocio laboral, algo así como sacando la vuelta, cuando llegó un mensaje de texto a mi telefono celular. El mensaje era corto y preciso, ojalá no lo hubiera leído jamas: "Snape mata a Dumbledore". Mi cabeza parecía explotar. Maldición dije, siempre lo supe. Después odié a mi amigo, que provocó en mi pensamientos contradictorios, teorías, imágenes, diálogos, escenarios, espacios, sensasiones, un desorden de ideas, confusión al fin y al cabo. Luego pensé, cómo era posible tamaña traición, él que lo salvó de las garras del innombrable y a pesar de su condición lo acogió en Hogwardt. ¿Qué poder logró hacerlo cambiar de actitud?, ¿qué hace que un individuo se convierta en un sicópata, frío, implacable, sistemático, con un perverso objetivo en su horizonte?
Si bien es cierto, lo relatado anteriormente, tiene relación con el mundo de lo ficticio, como es la entrega del sexto libro Harry Potter y el Príncipe mestizo, cabe señalar que la realidad tiene un extraño sentido de la ironía. De inmediato se me vino a la mente, esos jovenes árabes que perpetraron los atentados, primero en Nueva York, luego en Madrid y hace unos días en Londres. Ellos incubaron como un virus en sus cuerpos, un odio contra el sistema infiel, para llegado el momento implosionar, llevando su castigo sagrado a nuestro modo de vida. Su intención era causar horror a quienes jamás pensaron verse afectados directamente por las políticas exteriores implantadas por sus gobiernos. El golpe iba dirigido a las bases de la democracia, sistema en que se sustenta la cultura occidental, el pueblo, la gente común y corriente.
Que extraña coincidencia, Snape al igual que los jóvenes árabes, fueron acogidos y experimentaron, en algunos casos desde niños, el modo de vida del mundo desarrollado, ese que en el fondo detestaban. Sus mente dogmatizadas, impidieron cualquier titubeo, a la hora de llegar a cabo tan viles acciones. Queó claro que un nuevo terrorismo autosustentable basado en un fanatismo ciego hacía su debut.
En esta nueva guerra no habrá vencedores, solo más páginas para la historia referidas a la intolerancia entre dos culturas y sus visiones bifurcadas desde tiempos inmemoriales acerca de lo humano y lo divino.
De consuelo me queda que la muerte de Dumbledore a manos de su protegido Severus Snape, sea un error de mi amigo, ya que la versión en español del libro esta programada para fines de año, o simplemente sea una jugarreta para fregarme la vida, en relación a lo otro, la verdad es mejor no pensar.
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