martes, agosto 02, 2005


Las ligeresas que complican

De pronto leer tanto a uno le trae malas pasadas. Provoca preocupaciones innecesarias, análisis introspectivos, cuestionamientos varios. Todo esto surgió a raíz de leer un artículo en una revista con clara impronta femenina, la cual me ayuda a hacerme una idea de la cosmovisión que tienen las mujeres del mundo en general y dar cuenta de la astronómica distancia que existe entre su hombre ideal y el patán que tienen por marido, novio o amante. La columnista, apoyada en estudios de dudosa procedencia, realizadas por especialistas en el lenguaje del cuerpo, afirmaba ella, con su pluma ligera, que era posible extrapolar la conducta la hombre en la pista de baile y su desempeño en el ring de cuatro perillas, dicho en otros términos, existiría una relación directamente proporcional entre el baile y el sexo en el varón.
La tésis planteada por esta, al parecer bailarina profesional, debo reconocer, me incomodó por decir lo menos. Me sentí atacado a malsalva. Por cuanto al baile, tengo menos ritmo que una gotera, pero eso sí, le bailo y le zapateo, no faltaba más. Claro esta, luego de un análisis a mis movimientos basados en la diversidad de ritmos y estilos musicales, arrojó una pobreza franciscana en lo que a coordinación y recursos coreográficos se refiere. Resumiendo, bailo todo igual, desde la cumba hasta la música electrónica. Este pésimo desempeño en baile, debo dejar en claro, no se condice en nada a mi vida sexual, en la que creo tengo mejores resultados que en el baile, cabe señalar que esa es una afirmación y no una suposición por cierto.
Es por eso que he decidido, para evitar malos entendidos, por parte de mujeres que siguen los consejos de seudoescritora en un suplemento que aparece cada domingo, dedicar tiempo a practicar y ampliar mi repertorio coreográfico. Ya estoy en campaña, recolectando temas para un cd. Elvis crespo, Celia Cruz, Tommy Rey, Garras de Amor, Reggeton Boys, unos temas disco de Bee Gees, algo de Chemical Brothers y uno que otro tema ochentero. El rock no entra en esta categoría, la explicación es simple, el rock no se baila, se siente.
Mi primer examen será a fines de agosto, en el matrimonio de un amigo, dejaré todo en la pista de baile, Azúca...