miércoles, agosto 17, 2005

Mala mezcla
(O torturado por una mariposa)

Hace unos días me puse a leer el informe sobre la prisión política y tortura, especificamente las técnicas utilizadas sistemáticamente por los agentes del régimen militar en contra de 35.000 ciudadanos de este país.
Los métodos son de lo más bajo que puede producir la mente humana, sentí pavor por el ensañamiento de los victimarios con sus víctimas, tan profundo era su odio para dejar aflorar tal salvajismo. Estoy seguro que a los torturadores y asesinos a los que la justicia no logre tocar, no tendrán un instante de paz consigo mismos, mientras ciudadanos comunes y corrientes como tú y como yo, conozcamos esta realidad, una verdad que el silencio no pudo convertir en olvido, que por dolorosa que se nos presente, es parte de la historia de este país.
En momentos en que en sectores cívicos y militares, no ha existido la voluntad de hacer un mea culpa real sobre estos vergonzosos pasajes de nuestra historia, nos conformamos solo con un a veces soberbio e incompleto reconocimiento de los hechos aislados. Carecemos de un análisis como país en que confluyan todos los sectores para ver el pasado con altura de mira, como forma de reconocer aquellos errores que nunca más debieran repertirse para dar paso a tamaña polarización nacional, instancia en la que nosotros mismos seremos los encargados de ser una oda a la libertad de pensar, a la tolerancia entre ideas y ciudadanos de una misma nación, hacer que esta verdad se escuche en las grandes alamedas.
Después de haber leído este informe que recoge los testimonios de quienes sufrieron privación de libertad y torturas entre septiembre de 1973 y marzo de 1990, me siento conmovido ante los relatos desgarradores de las víctimas. Es de esperar que estos hechos queden en la memoria colectiva del país, no como semilla de odios y rencores, sino como ejemplo vergonzoso de nuestra intolerancia, no importando los escenarios y contextos políticos de ese entonces.
Posteriormente, como forma de limpiar y relajar el espíritu, tuve la genial idea de ver una película llamada La Lengua de las Mariposas...cagué, fue el colapso mismo, esta historia que se desarrolla en un pueblito gallego a comienzos de 1936, vísperas de la guerra civil española, vino a crear en cierta medida un paralelo con lo ocurrido en nuestro país. Me emocioné con Don Gregorio, ese maestro que no pega, y su relación con un chaval de nombre Moncho y ese notable desenlace, ese 18 de julio de 1936, donde los hombres olvidaron la lengua de las mariposas. La historia se basa en un libro de cuentos de Manuel Rivas, titulado ¿Qué me quieres amor?; la película fue dirigida por José Luis Cuerda, la hermosa música estuvo a cargo de nuestro Alejandro Amenábar.
Me quedé pegado hasta que paso el último crédito del filme, como si fuera poco, el menú del dvd se repitió como 30 veces, solo ahí me dí cuenta de la mala mezcla... mala.

3 Comments:

At miércoles, agosto 17, 2005 12:54:00 p. m., Blogger Paitoca said...

Mala combinación?, creo que fue muy dura más que mala. Leí el informe, quedé helada, sabía mucho del tema, el resto lo imaginaba, pero saber con certeza de la crueldad y el sufrimiento, es bastante distinto.
La película?, es hermosa al principio, la canción en que aparecen bailando en una fiesta del pueblo (algo de maní) me encantó. El final? triste, cruel, radical y frustrantemente real. La mezcla de sufrimiento y esperanza se parece mucho a la Vida es Bella.
La lengua de las Mariposas es una de mis películas favoritas.
Un abrazo, necesitas algo que reconforte, verdad?.
Pame.

 
At miércoles, agosto 17, 2005 5:41:00 p. m., Blogger Paula B. said...

Aun no veo la peli... y si leí el informe.

Lamentablemente aun hay lugares en que los derechos humanos se ven violentados... desde los más básicos.

Pero bueno, el post no era para empezar a armar polémica sobre ello, sino más bien para darte una palabrita reconfortante dentro de todo el remezón de emociones que te surgieron tras tamaña combinación.

Un abrazo... en estos momentos se necesita, ah y para relajarse un poco... una peli más bien relajada. (algún clasico ochentero como "De Vuelta al Futuro" o "De vuelta al colegio")

Un beso

Paly Messer S.

 
At jueves, agosto 18, 2005 9:22:00 a. m., Blogger Intro said...

Yo no he leido el informe ni he visto la película, razón: cuando leí "Los zarpasos del puma", no fui capaz de terminarlo, no soy masoquista.Del mismo modo ni pensar en leer el Informe de Tortura, me hace mal para el espíritu.
Quizás como escribiste fue una mala combinación la de la película y el Informe, lo que seguro te dejó con síntoma de "meditación-depre", pero eso tan malo no es.
Ahora como dice Pame necesitas un abrazo, y ver las cosas bellas de la vida, ser optimista, reconfórtate con la belleza de la vida y de tus seres queridos. Eso es algo que funciona, creeme.
Un abrazo y gracias por postearme.
Un bezo...
INTRO

 

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