sobre nuestra lengua
o más bien Volá lingüística
Estudiando e investigando algo sobre nuestro idioma, logré hacerme un panorama acerca del posicionamiento del castellano en nuestro continente y el complejo proceso de asimilación del idioma de cada región. Es así como se marcan las diferencias en este español de américa, una lengua relativamente homogénea, claro está, si se toma en cuenta el registro culto y no coloquial de nuestro idioma, es en este punto donde encontramos enormes diferencias.
Investigando he logrado entender en parte el fenómeno lingüístico que nos afecta, basándose en tres ejes o variables a considerar: la geográfica, la histórica y la sociocultural.
En relación a la primera remitámonos a la historia, según Alonso Zamora Vicente, se puede afirmar que el español llegado a América, corresponde al que trajeron los conquistadores a fines del siglo XV, por lo que se desprende que es un castellano Preclásico. Es un castellano que se da en una época anterior al siglo de Oro en el país ibérico, los grandes autores clásicos unificaron y renovaron el idioma. Ese español Preclásico llegado a nuestra América como base idiomática, contenía características como el arcaísmo y la presencia de caracteres populares, rasgos característicos de una lengua no unificada. Cabe señalar también la influencia de quienes fueron los paradigmas idiomáticos, la mayoría de los conquistadores procedía de niveles populares, con lo que se ven acrecentadas las características fonéticas y el uso de un léxico de aire bajo, rasgos distinguibles desde Nuevo México hasta Tierra del Fuego. Una vez asentadas las bases de lo que sería el desarrollo de nuestro idioma, se fueron sumando los aportes lingüísticos de cada lengua indígena y que a través de los siglos han dejado su huella. A modo de ejemplo se puede nombrar: el Arahuaco (hoy lengua muerta), hablado en las Antillas; el Caribe hablado en las Antillas del sur, Venezuela y Guayanas; el Náhualt, hablada en México; el Quechua, hablado en Perú y propagado por los incas a lo largo de los Andes, desde el Ecuador al norte de Chile y noroeste de Argentina; el Araucano en el sur de Chile, y el Guaraní, hablado por los habitantes de las cuencas del Paraguay y del Paraná y en el Brasil.
A las diferencias fonéticas, morfológicas, sintácticas y léxicas que se dan en toda América hispanohablante, que se deben a las características climatológicas o geográficas (Las zonas altas y frías por ejemplo se conservan todas las consonantes y se pierdan las vocales átonas), se suman, a modo de explicar las diferencias del español Americano, los contactos con lenguas indígenas, el mayor o menor grado de cultura, la cercanía o lejanía de las ciudades. Según estas variables se establecen zonas geográficas que a la vez pueden contener subdivisiones, como ocurre en Chile, que se subdivide en 4 zonas: Zona Nortina(Prov. Tarapacá hasta Prov. Coquimbo), Zona Central(Prov. Aconcagua hasta Prov. Talca), Zona Sureña(Prov. Maule hasta Prov. Magallanes) y por último la Zona de Chiloé(Prov. Chiloé hasta Prov, Aisén).
Incluso en estas subdivisiones se distinguen diferencias en áreas restringidas con características propias, en relativo al léxico. Por ejemplo en la zona Central en la Provincia de San Antonio se dice “marraqueta”, en Valparaíso “ pan batido” y en Talca “pan francés”.
La segunda variable a considerar, es la histórica. Esta guarda directa relación con los cambios sufridos por la lengua a través de los años. La historia de la lengua no puede separarse de la historia de los pueblos, donde hay que tener en perspectiva la relación establecida por ésta con la historia política, cultural, con las instituciones culturales y religiosas. En el caso concreto de la lengua castellana, se debe tener en cuenta todos los acontecimientos que ocurrieron en la madre patria mientras se gestaba el idioma.
En la historia de España debemos reconocer al menos cuatro etapas:
1. España Prerromana, desde tiempos remotos hasta la llegada de los romanos en el 218 A.C.
2. España romana, desde que la Hispania se establece como parte del imperio romano desde 218 A.C. hasta la invasión de los Visigodos en el año 409.
3. España germánica o visigoda, desde que España se convierte en una monarquía visigoda hasta la llegada de los árabes en 711.
4. España árabe o de la reconquista, desde la invasión árabe en el 711 hasta 1492, año en que cae Granada, el último baluarte musulmán, periodo que dura casi ocho siglos y en el que se constituyen los actuales dominios lingüísticos(castellano, catalán, portugués), con predominancia del castellano por sobre los demás dialectos peninsulares, se desarrolla su literatura y se inicia su expansión por América.
A través de estos períodos de la historia de España, se produjeron innumerables intercambios lingüísticos que son la base idiomática de nuestro castellano actual. Así es como podemos dar cuenta de la evolución del lenguaje y que su cambio lingüístico es una característica connatural a la lengua.
La tercera variable que identifica el lingüístta Uruguayo José Pedro Rona para el estudio de la lengua es la sociocultural. En esta variable encontramos la utilización de la lengua por parte de un grupo de nivel culto estimado como una de forma de prestigio y otra forma estigmatizada, empleada por un grupo popular o no culto.
Sobre la base de este diasistema en que se conjugan las variables antes mencionadas me fue más fácil hacerme una idea de las diferencias lingüísticas de nuestro continente y la forma en que ha ido evolucionando a través de los años.
En resumen no somos los mejores ni menos los peores en la utilización de nuestro castellano, quizás, una de las lenguas más hermosas y dinámicas del globo. La variante en nuestro idioma esta en el registro informal (dialecto), es ahí donde se encuentran las grandes diferencias con relación al registro culto, registro con el cual hacemos uso correcto del vocabulario sin interpretaciones que alteren el significado de una palabra de una región a otra y permite una comunicación fluída con cualquier hispanoparlante dentro de este mismo contexto. En los distintos países encontramos dialectos del español sobre la base del lenguaje coloquial, mientras en Perú lolas se denominan a las prostitutas, para nosotros son niñas en plena juventud y para los argentinos lolas guarda relación con los senos femeninos.
Es así como se da la paradoja de poder estar hablando con alguien en nuestro mismo idioma y no lograr comunicarnos satisfactoriamente.
Estudiando e investigando algo sobre nuestro idioma, logré hacerme un panorama acerca del posicionamiento del castellano en nuestro continente y el complejo proceso de asimilación del idioma de cada región. Es así como se marcan las diferencias en este español de américa, una lengua relativamente homogénea, claro está, si se toma en cuenta el registro culto y no coloquial de nuestro idioma, es en este punto donde encontramos enormes diferencias.
Investigando he logrado entender en parte el fenómeno lingüístico que nos afecta, basándose en tres ejes o variables a considerar: la geográfica, la histórica y la sociocultural.
En relación a la primera remitámonos a la historia, según Alonso Zamora Vicente, se puede afirmar que el español llegado a América, corresponde al que trajeron los conquistadores a fines del siglo XV, por lo que se desprende que es un castellano Preclásico. Es un castellano que se da en una época anterior al siglo de Oro en el país ibérico, los grandes autores clásicos unificaron y renovaron el idioma. Ese español Preclásico llegado a nuestra América como base idiomática, contenía características como el arcaísmo y la presencia de caracteres populares, rasgos característicos de una lengua no unificada. Cabe señalar también la influencia de quienes fueron los paradigmas idiomáticos, la mayoría de los conquistadores procedía de niveles populares, con lo que se ven acrecentadas las características fonéticas y el uso de un léxico de aire bajo, rasgos distinguibles desde Nuevo México hasta Tierra del Fuego. Una vez asentadas las bases de lo que sería el desarrollo de nuestro idioma, se fueron sumando los aportes lingüísticos de cada lengua indígena y que a través de los siglos han dejado su huella. A modo de ejemplo se puede nombrar: el Arahuaco (hoy lengua muerta), hablado en las Antillas; el Caribe hablado en las Antillas del sur, Venezuela y Guayanas; el Náhualt, hablada en México; el Quechua, hablado en Perú y propagado por los incas a lo largo de los Andes, desde el Ecuador al norte de Chile y noroeste de Argentina; el Araucano en el sur de Chile, y el Guaraní, hablado por los habitantes de las cuencas del Paraguay y del Paraná y en el Brasil.
A las diferencias fonéticas, morfológicas, sintácticas y léxicas que se dan en toda América hispanohablante, que se deben a las características climatológicas o geográficas (Las zonas altas y frías por ejemplo se conservan todas las consonantes y se pierdan las vocales átonas), se suman, a modo de explicar las diferencias del español Americano, los contactos con lenguas indígenas, el mayor o menor grado de cultura, la cercanía o lejanía de las ciudades. Según estas variables se establecen zonas geográficas que a la vez pueden contener subdivisiones, como ocurre en Chile, que se subdivide en 4 zonas: Zona Nortina(Prov. Tarapacá hasta Prov. Coquimbo), Zona Central(Prov. Aconcagua hasta Prov. Talca), Zona Sureña(Prov. Maule hasta Prov. Magallanes) y por último la Zona de Chiloé(Prov. Chiloé hasta Prov, Aisén).
Incluso en estas subdivisiones se distinguen diferencias en áreas restringidas con características propias, en relativo al léxico. Por ejemplo en la zona Central en la Provincia de San Antonio se dice “marraqueta”, en Valparaíso “ pan batido” y en Talca “pan francés”.
La segunda variable a considerar, es la histórica. Esta guarda directa relación con los cambios sufridos por la lengua a través de los años. La historia de la lengua no puede separarse de la historia de los pueblos, donde hay que tener en perspectiva la relación establecida por ésta con la historia política, cultural, con las instituciones culturales y religiosas. En el caso concreto de la lengua castellana, se debe tener en cuenta todos los acontecimientos que ocurrieron en la madre patria mientras se gestaba el idioma.
En la historia de España debemos reconocer al menos cuatro etapas:
1. España Prerromana, desde tiempos remotos hasta la llegada de los romanos en el 218 A.C.
2. España romana, desde que la Hispania se establece como parte del imperio romano desde 218 A.C. hasta la invasión de los Visigodos en el año 409.
3. España germánica o visigoda, desde que España se convierte en una monarquía visigoda hasta la llegada de los árabes en 711.
4. España árabe o de la reconquista, desde la invasión árabe en el 711 hasta 1492, año en que cae Granada, el último baluarte musulmán, periodo que dura casi ocho siglos y en el que se constituyen los actuales dominios lingüísticos(castellano, catalán, portugués), con predominancia del castellano por sobre los demás dialectos peninsulares, se desarrolla su literatura y se inicia su expansión por América.
A través de estos períodos de la historia de España, se produjeron innumerables intercambios lingüísticos que son la base idiomática de nuestro castellano actual. Así es como podemos dar cuenta de la evolución del lenguaje y que su cambio lingüístico es una característica connatural a la lengua.
La tercera variable que identifica el lingüístta Uruguayo José Pedro Rona para el estudio de la lengua es la sociocultural. En esta variable encontramos la utilización de la lengua por parte de un grupo de nivel culto estimado como una de forma de prestigio y otra forma estigmatizada, empleada por un grupo popular o no culto.
Sobre la base de este diasistema en que se conjugan las variables antes mencionadas me fue más fácil hacerme una idea de las diferencias lingüísticas de nuestro continente y la forma en que ha ido evolucionando a través de los años.
En resumen no somos los mejores ni menos los peores en la utilización de nuestro castellano, quizás, una de las lenguas más hermosas y dinámicas del globo. La variante en nuestro idioma esta en el registro informal (dialecto), es ahí donde se encuentran las grandes diferencias con relación al registro culto, registro con el cual hacemos uso correcto del vocabulario sin interpretaciones que alteren el significado de una palabra de una región a otra y permite una comunicación fluída con cualquier hispanoparlante dentro de este mismo contexto. En los distintos países encontramos dialectos del español sobre la base del lenguaje coloquial, mientras en Perú lolas se denominan a las prostitutas, para nosotros son niñas en plena juventud y para los argentinos lolas guarda relación con los senos femeninos.
Es así como se da la paradoja de poder estar hablando con alguien en nuestro mismo idioma y no lograr comunicarnos satisfactoriamente.
3 Comments:
mmmmmm, qué interesante
Interesante la forma de describir el lenguaje bajo una relación de canal matriz, donde los modismos, pese a funcionar de distinta manera en cada lugar, tienen una raiz comun.
Sucede no solo en el castellano, el cualquier idioma es posible comunicarse bajo matrices comunes de lenguaje, es posible darse a entender con un frances sin que este hable castellano. Por lo menos para la lenguas heredadas del latín funciona de esta manera.
Hola,
Interesante, me gusta el lenguaje tb. Gracias por la visita y volveré por aquí. atte
katina
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