Paso
Leyendo una entrevista aparecida en Reportajes de La Tercera el día de ayer, me encontré con una entrevista a Claudio, hasta hace poco Teitelboim, ahora Bunster.
Por curiosidad seguí la conversación sostenida de este físico y la periodista Claudia Álamo. En ella se destapa una historia que me impactó, por lo crudo que resulta después de 58 años armar una verdad en medio de tanta mentira cómplice, de la cual varios de sus actores principales fallecieron dejando diálogos y respuestas pendientes.
Entre líneas se deja ver el dolor de hombre maduro que afecta al hasta hace poco hijo natural del conocido dirigente comunista Volodia Teitelboim. Los detalles dan cuenta de una verdad dolorosa que vino a llenar espacios vacíos y a dar sentido a conductas y actitudes que hasta ahora era difícil encontrar una respuesta lógica. Claudio Bunster dice sentirse feliz de corregir una injusticia histórica. Esta verdad de la que habla, se desglosa en varias aristas que solo la claridad de sus años, acompañado de una racionalidad que solo en parte deja aflorar cierta emocionalidad en sus palabras.
Lo concreto y doloroso habla de una infidelidad que afectó a un dirigente del dogmático partido comunista, los protagonistas Raquel Weitzman y Álvaro Bunster, un ex diplomático y abogado penalista, esta traición deslindo en una verdadera operación de encubrimiento y castigo ejemplar. Un manto rojo cubrió los hechos que solo estos días logró ser quitado. Lo cierto es que de esta relación adultera nació Claudio, el cual permaneció junto a su madre, no se permitió que su padre natural lo reconociera como tal. Su madre se sometió a los dictados del líder comunista que optó por reconocer al hijo de ésta como suyo. El asunto contó con la complicidad del organismo del que Volodia era dirigente, el Partido Comunista que ejerció un importante papel, al encubrir y apoyar las acciones emprendidas por Teitelboim y acallar la voz de su adultera y militante esposa así como la de Bunster y despojarlos del vástago de su impúdica relación, ocultando la verdad en un secreto a voces que rodeó el entorno más cercano del premio nacional de ciencias exactas 1995. El punto no es juzgar a nadie en particular, el mismo Claudio Bunster lo dice “Estas cosas tiene aristas. No son blanco y negro”, sino dar cuenta de cómo la lógica puede llegar a ser perversa. La verdad en el fondo es como un polvorín que ante la menor chispa se desata incontrolable e implacable ante nuestros ojos, ¿estamos preparados para asumirla con los costos que ella implica?, me dio terror planteármelo, al parecer Claudio Bunster si, yo paso.
Leyendo una entrevista aparecida en Reportajes de La Tercera el día de ayer, me encontré con una entrevista a Claudio, hasta hace poco Teitelboim, ahora Bunster.
Por curiosidad seguí la conversación sostenida de este físico y la periodista Claudia Álamo. En ella se destapa una historia que me impactó, por lo crudo que resulta después de 58 años armar una verdad en medio de tanta mentira cómplice, de la cual varios de sus actores principales fallecieron dejando diálogos y respuestas pendientes.
Entre líneas se deja ver el dolor de hombre maduro que afecta al hasta hace poco hijo natural del conocido dirigente comunista Volodia Teitelboim. Los detalles dan cuenta de una verdad dolorosa que vino a llenar espacios vacíos y a dar sentido a conductas y actitudes que hasta ahora era difícil encontrar una respuesta lógica. Claudio Bunster dice sentirse feliz de corregir una injusticia histórica. Esta verdad de la que habla, se desglosa en varias aristas que solo la claridad de sus años, acompañado de una racionalidad que solo en parte deja aflorar cierta emocionalidad en sus palabras.
Lo concreto y doloroso habla de una infidelidad que afectó a un dirigente del dogmático partido comunista, los protagonistas Raquel Weitzman y Álvaro Bunster, un ex diplomático y abogado penalista, esta traición deslindo en una verdadera operación de encubrimiento y castigo ejemplar. Un manto rojo cubrió los hechos que solo estos días logró ser quitado. Lo cierto es que de esta relación adultera nació Claudio, el cual permaneció junto a su madre, no se permitió que su padre natural lo reconociera como tal. Su madre se sometió a los dictados del líder comunista que optó por reconocer al hijo de ésta como suyo. El asunto contó con la complicidad del organismo del que Volodia era dirigente, el Partido Comunista que ejerció un importante papel, al encubrir y apoyar las acciones emprendidas por Teitelboim y acallar la voz de su adultera y militante esposa así como la de Bunster y despojarlos del vástago de su impúdica relación, ocultando la verdad en un secreto a voces que rodeó el entorno más cercano del premio nacional de ciencias exactas 1995. El punto no es juzgar a nadie en particular, el mismo Claudio Bunster lo dice “Estas cosas tiene aristas. No son blanco y negro”, sino dar cuenta de cómo la lógica puede llegar a ser perversa. La verdad en el fondo es como un polvorín que ante la menor chispa se desata incontrolable e implacable ante nuestros ojos, ¿estamos preparados para asumirla con los costos que ella implica?, me dio terror planteármelo, al parecer Claudio Bunster si, yo paso.
6 Comments:
publica fotos de san antonio ya?? pero lo que a mi me encanta es Llo Lleo...
Besos
Cuando pasan estas cosas es que queda en evidencia lo engañoso de aquel dicho: "más vale una mentira piadosa, que una verdad dolorosa"... la cuestión es saber cuando, como y donde decir aquello que sabemos va a doler, pero de que hay que hacerlo, hay que hacerlo...Saludos niño del puerto.-
Como decía Jeff Goldbum en Jurassic Park:" La vida se abre camino".
Creo que la verdad es un don a esta altura de los tiempos. Ni siquiera una cualidad de la persona. Un don.
Como buen abogado que soy, te cuento que, existe un principio de derecho que estriba en que la buena fe se presume, el dolo debe probarse.
Me planteo la idea de haber vivido bajo una mentira toda una vida, y concuerdo contigo en que la sola circunstancia de conocerla es aplastante. No sé si hubiese seguido más allá. No sé.... pero pasar... No leí la entrevista pero de seguro que una mentira como esa obedece a demasiadas aristas. La verdad suele subordinarse, por aquellos que deben mantener el status quo, pero como lo cité, la vida se abre camino.
Gran posteo.
Lo de Bunster lo traduzco de una sola forma, madurez, pero la que de verdad cuenta, la emocional. Esa que tanto nois cuesta ganar, esa que cuando aprendemos... ya somos muy viejos.
Buen texto, me dio entre pena, pánico y risa, una combinación explosiva, pero es eso, es vida.
"La verdad en el fondo es como un polvorín que ante la menor chispa se desata incontrolable e implacable ante nuestros ojos"...me gustó esa frase, me gustó todo tu comentario, pero me quedo con eso, y con que no todo es blanco o negro, aunke suene cliché...
Aunque las verdades son eternas...Claudio ·Bunster" seguirá siendo para todos, el hijo de Volodia Teitelboim...
CLAUDIO BUNSTER , AMANTE DE LA PRESI BACHELET ¡ NA QUE VER. ELLA ESTA CON LA ARMADA . EL CON LA FAMILIA.TIENE ROMANCE CON UNA PRIMA QUE LE CAYO DEL CIELO , LA CUAL SE SEPARA DE SU POLOLO ,POR EL. MUESTRATE ,CLAUDIO . NO DEJES CREER QUE ERES EL PRIMER DAMO.Y A DEMAS PERDONA A VOLODIA. SOLO TU MADRE ES CULPABLE DE ESA GRAN MENTIRA . TAMBIEN PERDONALA.
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