miércoles, octubre 05, 2005


¡No me Pellizquen los cacahuates!

Por esas extrañas cosas del destino me he visto de pronto convertido casi en un charro, por cosas de trabajo la música mexicana ha sido parte de mi vida. Esta bien que tenga raíces en el campo, pero no por eso me va a gustar la música mexicana, bueno hasta hace un tiempo al menos. Me he resistido a su influencia y solo me he dedicado a hacer mi labor con las perillas, y debo reconocer que ha dejado huella en mí y he logrado comprender en algo su fuerte arraigo en la masa popular. Es mucha la gente de nuestro pueblo que disfruta de la picardía de este ritmo norteño. Como en toda corriente musical encontramos exponentes de calidad y otros tantos que es mejor ni molestarse en considerar por su nulo aporte a este género cadencioso. Los exponentes ilustres de la música ranchera en general son gente salida de los mismísimos campos de nuestro país. En la fauna ranchera encontramos grupos consolidados como Los Hermanos Bustos, Los Reales del Valle, Los Llaneros de la Frontera, Eliseo Guevara, Los Luceros del Valle, esto solo por nombrar algunos campechanos que han recorrido cada rincón de Chile con su guitarra y acordeón y que en más de una fiesta hemos bailado corridos dando empeñones a diestra y siniestra. Este fenómeno que desembarcó por estas tierras en la primera mitad del 1900 encontró eco en nuestra gente, la más humilde y sencilla, que se sintieron identificados con las melodías y letras que trataban desde el amor y desamor así también como las vivencias del pueblo por sencillas que estas fueran. Un antecedente decidor es que el mismísimo León de Tarapacá, Don Arturo Alessandri Palma, recorrió cada ciudad y pueblo de este país dándose a conocer con una pegajosa melodía que por esos días hacía furor, “Cielito Lindo”, un visionario que sin lugar a dudas tuvo conexión directa con el pueblo, gracias a detalles como este, además de sus cualidades innatas como político.
La rancheras como la gente gusta decir a esta música, soterradamente ha ganado terreno. Catalogado como un ritmo chabacano, son pocos los que reconocen públicamente su adhesión a esta música, socialmente no es para sentirse orgulloso ser uno de sus seguidores. Es por eso que en la televisión no existe, en las cadenas radiales a nivel nacional prácticamente no es programada, por abarcar un estrato social muy bajo. Típico del doble estándar del chileno medio, en este país es un secreto a voces que la venta del catálogo de música ranchera es el que más ventas acumula, más que cualquier artista popular con vitrina en todos los medios de comunicación masiva, es más, mantiene a no pocos sellos musicales dando la posibilidad que otros artistas y grupos que cultivan un estilo diferente tenga la posibilidad de grabar sus
discos .
¿Estamos en presencia de la revolución de las masas?, claramente esta música no es una moda, ha sobrevivido durante décadas, cuando el tango y el bolero eran fuertes, la música mexicana utilizando la misma fórmula de Mao Tse Tsung, desde los campos comenzó su arremetida para apoderarse del gusto general del grueso de nuestra gente, esa humilde, esforzada y trabajadora, la misma que sus letras describen tan sencillamente.
Para cantarla no se necesitan virtuosismos, solo sentimiento y pasión, eso la gente lo percibe y lo agradece. Otro punto digno de destacar, es el carácter machista de esta música nacida en México, curtida por cuanta revuelta y trifulca propiciada por una infinidad de caudillos que construyeron la historia de ese país a son de balas, a lo mero macho. Ese machismo hecho música encontró tierra fértil por estos lares, gracias a nuestra idiosincrasia campechana. Sus cultores se han encargado de mantenerla viva entre su público, gracias al tremendo impulso que recibe del país norteño, donde artistas de renombre se enorgullecen de incluir cada cierto tiempo este ritmo, Juan Gabriel, Luis Miguel, Pedro Fernández, son aceptados masivamente en los medios. Los Tigres del Norte son todo un fenómeno en su país y en gran parte de Centro y sur de América, Álvaro Henríquez hace poco grabó un disco donde incluía Jefe de Jefes, tema de este grupo mexicano, cabe destacar en las letras de este grupo mexicano, su visión no oficial del problema de la droga que azota ese país.
Nuestro prejuicio elitista sin bases que lo sustenten sigue adelante, la discriminación y la intolerancia es una batalla que se refleja en todas las esferas en que el hombre se desenvuelve, la música no es la excepción. Con Maria José Quintanilla despertó y se estremeció esa gente que escuchaba rancheras y no encontraban un espacio para expresarse o al menos los acogiera. Tolerancia tiene que ver con amplitud de criterio, amplitud para comprender y aceptar la diversidad, estar dispuesto a conocer, conocer y establecer relaciones simétricas con las personas, estar dispuesto a descubrir su riqueza, su mundo, como tantos yo también tuve prejuicios con esta música pero ahora la puedo escuchar y puedo decir que conozco y comprendo su arraigo en mi pueblo, mi comunidad. Y ahora hasta disfruto de algunas canciones picaronas, El de las Botas negras, Juan Charrasqueado, El Na ni Na, que trata de la impotencia masculina, es divertido como se aborda el tema. En asuntos de despecho esta música claramente la lleva, alucino con los Reales con su canción “Tres veces te engañe, tres veces te engañe, tres veces te engañeeee, la primera por coraje, la segunda por capricho, la tercera por placeeeeer y después de estas tres veces no quiero volverte a veeeeer..”. También tratan reglamos metafísicos “Para queeee me echaste al mundo Dios eterno, para queeeeeee si había de ser un desdichado”, con un tinto en la mesa una la hace de oro, las penas son para sufrirlas, aaaahhhjua, por eso no miremos en menos a quienes disfrutan de esta música y nooooooooo me pellizquen los cacahuates. Sin lugar a dudas encontraremos riqueza cultural en esta expresión popular, no nos cerremos a ella.

6 Comments:

At miércoles, octubre 05, 2005 10:50:00 p. m., Blogger TTTTT said...

Además de las rancheras existen las cumbias, creo que provocan un efecto parecido en la sociedad.
De hecho, no olvidar el fenómeno Maria Jose Quintanilla.
Respecto a mis dulces melodías, eran de una banda que se llama Clap your hands say yeah. :P Eso!. Saludos!

 
At jueves, octubre 06, 2005 10:21:00 a. m., Blogger Pilar said...

Ay Daniel!! casi me hiciste llorar riendo con las letras de esas canciones, tan sufridos que son ah?... personalmente no me gustan las rancheras, pero si entiendo y respeto el gusto de los demas. Creo que la gente desahoga sus penas y a la vez invita a la alegría con la musica ranchera, bien por ellos.
Sabes, no habia podido comentar, algo pasaba que no andaba tu blog. Me gusta tu estilo y simpatía.
Cariños desde Chillán duende del puerto. Un beso.-

 
At jueves, octubre 06, 2005 11:57:00 a. m., Blogger .. Mi vida lejos de todo said...

hola daniel: no sabes me rei montones con tu post, no sabes que recuerdos se me vinieron a la mente, ya que muchos años de mi infancia, pase los veranos en el campo y ahiiii conoci las rancheras y hasta recuerdos que se hacian fiestas y todo, yo nadaba de metiche con mi nanita, (una abuelita q me cuidaba) recuerdo canciones con La cucharita se perdio... jajajaj el nombre nunca se me olvido y eso q tenia como 8 años...jajajaj
bueno ya me despido y muy buenos recuerdos me trajiste a la mente
saludos y cariños...Andrea

 
At jueves, octubre 06, 2005 4:12:00 p. m., Blogger Paula B. said...

"Lo que guardo y conservo con cariño
es un libro que de niño me dio mi profesor
Un juguete que tengo en el ropero
y la cartas que me hablan de tu amor"
Los Hermanos Bustos

aunque no lo creas, ésta fue la primera canción que me aprendí y que no se me ha olvidado jamás.

Que lindos recuerdos me trajiste

Un besote

Paly Messer S.

 
At viernes, octubre 07, 2005 10:37:00 a. m., Blogger franco said...

Grande Daniel....

No sabes la riqueza cultural que hay en esas sentidas letras de los corridos....

me quedo con: "Y como un rayooooooo
el de las botas negraaass"...

Jajajaa este 18 la baiél en una ramada a todo ritmo...

Con mi abuelo aprendí a amar este género musical... que realmente gusta mucho en el campo.

Cachay la Chona..... es notable....

 
At viernes, octubre 07, 2005 10:37:00 a. m., Blogger franco said...

Grande Daniel....

No sabes la riqueza cultural que hay en esas sentidas letras de los corridos....

me quedo con: "Y como un rayooooooo
el de las botas negraaass"...

Jajajaa este 18 la baiél en una ramada a todo ritmo...

Con mi abuelo aprendí a amar este género musical... que realmente gusta mucho en el campo.

Cachay la Chona..... es notable....

 

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