lunes, octubre 03, 2005


¿Quién no?
(O solo dos cosas)

A razón de pecar de cuático, grave, superficial o cualquier otro epíteto o adjetivo, me di cuenta que hay dos cosas que me empelotan de sobremanera, una por desagradable, la otra porque me hace sentir culpable.
Debo aceptar eso sí, que todas estas desagradables experiencias se deben a mi transitar en las horas extremas en que se divide el día. Temprano por la mañana salgo al trabajo antes que el normal de la masa laboral, me encuentro con las personas que barren en las calles, con los guachimanes que retornan a sus hogares, con los temporeros que van a cosechar frutas, etc. Y retorno pasada la medianoche a mi casita después de pulular por la mi ciudad (que por estos días esta verdaderamente salvaje) a lo Mateos, como cuando cantaba “ Soy un chico de la calle, camino en la ciudad con mi bolsito sin molestar a nadie” (le adapté “bolso” por “guitarra”, igual rima). El problema de este constante peregrinar por los adoquines de esta ciudad (entiéndase este “peregrinar por los Adoquines” como una frase romántica, la verdad es que quedan como dos calles con este material y no paso casi nunca por ahí), es que ando lánguido, desanimado, cansado, dormido, penoso, achacoso, enclenque, pero la mejor palabra que resume mi estado es Caldeao, entiéndase como el estado de ánimo en que todo nos molesta, todo nos aburre, donde todo se nos hace largo, tortuoso y engorroso, pero no por eso se dejan de hacer las cosas. He tratado de quitarme esa modorra con una ducha caliente y la verdad es que el otro día me relajé tanto que me quedé dormido y llegué atrasado a mi trabajo. Me cansé de dar disculpas y explicaciones, más encima de recibir de mi entorno más cercano el típico ¡Que flojo!, ¡que irresponsable!, ¡Linda la Custión!, ( así tal cual, custión), como si uno no se sintiera lo suficientemente culpable y mal por esa situación. Sin ir más allá, hace un tiempo me saqué cresta y ½ por ir corriendo atrasado a mi trabajo, el sentido de responsabilidad fue tanto más fuerte que el costalazo que me di, imagínense tirado en la calle, sucio, adolorido y atrasado, pero eso sí, el golpe no fue proporcional a la falta en que incurría, el problema es que si me atraso, medio San Antonio se da cuenta, es imposible pasar piola. Bueno eso me caldeo más aun. Otras cosas que me caldean, aparte de las dos cosas que pretendo describir en este post y que creo que como se van dando las cosas difícilmente haré, son por ejemplo, no terminar de leer un libro que nunca me logró motivar en su trama, no tener tiempo para escuchar esos temitas que me apasionan, no tener como prioridad de compra esa guitarra que me quita el sueño y que cuando tengo una cualquiera en mis manos, las notas se diluyen en mis dedos al igual que las letras de las canciones que se suponen mis favoritas, un verdadero fiasco trovador. Me caldea no poder visitar más seguido a quienes me quieren de verdad. Me caldea no haber podido lucir una camisa que me costó $ 7.990 porque me queda tan apretada que podría matar a alguien si se sale un botón. Me caldea cansarme al tener que subir una pendiente, me caldea vivir en una ciudad donde todo esta en pendiente, donde las leyes de la gravedad funcionan al revés “todo lo que baja tiene que subir”, son muchas las cosas que a diario me provocan esta jugosa sensación tan desagradable. Creo que este post se fue de mis manos, esta visión introspectiva me caldeo pa’ variar, y lo que más me caldea es no haber sido capaz de contar y detallar cuales son las dos cosas que más me empelotan por estos días, que en realidad rayan en lo cursi. Lo siento, creo que lo mejor es suprimir este post, pero la verdad, me caldea hasta hacerlo.
Pero no, uno debe ser capaz de dominar y superar esa modorra o letargo que cada cierto tiempo nos recuerda que debemos sacar el pie del acelerador o también en algunos casos darle movimiento a nuestra vida, pasión, entusiasmo, sacarse ese punto de quiebre que nos da el día a día cargado de situaciones que juegan en contra de nuestro espíritu de superación, es difícil no mirar para el lado y ver que la ley del mínimo esfuerzo es el lema de la mitad de la gente de este ciudad, país, etc, al menos eso desmotiva. No es que uno sea genial en lo que hace, pero como decía un amigo, hay que caquearle de vez en cuando (Caquearle:Llámese ponerle color, talento, empeño, tesón, etc), poner ímpetu en el quehacer, no solo laboral si no en todo lo ámbito de nuestra vida. Este punto aparte es dedicado a CheDoc.

Claramente de este post, se extrapola la batalla interna que se desarrolla en mí, entre el hombre idealista y el pragmático, el reactivo, el ciudadano moldeable, consumido por la masa. Quizás son los últimos estertores de una muerte anunciada, quizás estoy listo para la metamorfosis final, la que me convertirá en el insensible que camina sin mirar atrás, que funciona sin remordimientos, que trabaja sin compromisos, que maneja la hipocresía con lengua de doble filo, ese que transó sus sueños en el mercado material.
Definitivamente no. No quiero ser aplastado como un caracol en la oscuridad, que se arrastra por el húmedo pavimento y es pisado por un distraído caminante, no quiero que nadie pase a llevar mi telaraña que con tanto esfuerzo he tejido. Lo logré, ahí están descritas las dos cosas que me molestan, Pisar un indefenso caracol y llevarme pegada en la cara una tela de araña, una tontera, pero no es raro que tome y cruce a los caracoles al otro lado de la vereda. Ahora no mato arañas ni destruyo voluntariamente sus tejidos. Si, ya lo sé, de repente se me junta el rojo con el blanco y hago corte, pero ¿quién no?.

10 Comments:

At lunes, octubre 03, 2005 1:51:00 p. m., Blogger franco said...

Siento que este relato tiene más de catarsis que e astío...o por lo menos, tómalo así...
Es el curso de las cosas. Ser delirante es un ejercicio muy sano y sensato de vez en cuando. Ahora...te he estado leyendo hace un tiempo y ese astío es excepcional en este espacio... Tus relatos están llenos de luz, de colores, como decía Peter Gabriel Dont give up... como decía u2 some days are better than others...
Vamos a crear ...digo yo... no imaginas lo que puede nacer de la mente de un hombre deliratnte
Saludos Daniel...
Un gusto pasar por acá..

 
At lunes, octubre 03, 2005 1:57:00 p. m., Blogger . said...

SOY FELIZZZZZZZZZZZ

 
At lunes, octubre 03, 2005 3:20:00 p. m., Blogger blue said...

hasta llegue a caldearme yo...
vi una peli que se llama cleopatra..nada que ver con la reina del nilo.
no. era una peli argentina, la protagonista cleopatra estaba caldeá...se encuentra con otra en la misma que ella...y que hacen? na po, deciden subirse al auto y partir. las cosas se ven mejor, no se si mejor, pero distintas , cuando uno parte a algun lado, dejando el caldeo de la vida, pa otra semana, a la vuelta..
pd: en todo caso me entretuve con tu descripcion de andar caldeao...si anduvieses asi siempre, de todas formas seria gracioso...

 
At lunes, octubre 03, 2005 3:23:00 p. m., Blogger blue said...

lo otro..lei el post de abajo "quien los quemo?"..sabes cuantas veces he caido en la cuenta de esa cancion, y le he dicho a todo el que me conoce como cantamos de enanos una canción tan racista??????..y nadie se percato de eso, por eso casi me emociono al darme cuenta que no fui la única que se dio cuenta de la letrita de canión infantil que nos gastamos..
por lo menos ya se que somos dos

 
At lunes, octubre 03, 2005 4:33:00 p. m., Blogger Unknown said...

"Estrés" es la única palabra que se me viene a la mente tras leer tu caldeado post...

Un humilde consejo sería que fueras soltando de a poquitito el pie del acelerador, porque en cualquier momento te pasas una luz roja y cagas (ojalá se entienda el término)...

Muy bueno tu blog, estaré merodeando para ver si superas tus caldeos...

Chau...

 
At lunes, octubre 03, 2005 8:51:00 p. m., Blogger Paula B. said...

My Precious:

Para que se le quite lo caldeado, deje que la novia lo regalonee harto... que le entregue todo ese cariño calentito que siempre hace tan bien... y bueno, la idea es de un ratito lleno de mimos... además tienes la ventaja que tienes el mar a unos pasos... yo me tengo que conformar con ver el mapocho y sola... pero bueno... hay una que otra gaviota, jejeje.

Kisses a lot dearest Daniel

Paly Messer S.

 
At martes, octubre 04, 2005 12:15:00 a. m., Blogger Pablillous said...

ay aya quedé mareado con lo de tanto caldeo..me perdi un poquito.. te tuve que leer 2 veces
para cachar un poco..

gracias por tu comentario..la verdad es que me puse demasiado nostálgico...pero bueno

abrazos

 
At martes, octubre 04, 2005 10:57:00 a. m., Blogger .. Mi vida lejos de todo said...

se nota que estas caldeao, per donde esta el daniel que siempre me sube el animo ahhhhhh?????
Si los consejitos que te dan, tomate un tiempecito , para que tu polola de de mimos, te regalonee, se que no es facil variar la rutina cuando ho queda de otra, pero trata de desansar, caundo tengas tiempos libres, cierra tus ojos , respira profundo y piensa que tu uedes hacer lo que quieras, uno es dueño de su estado de animo, eso lo he aprendido,
Bueno besitos y cariños
Mucha pero muchas buenas vibras para ti...;D

Saludos Andrea la hormiguin,,.. Toronto.

Pd: gracias por querer ilumniar mas mi camino y mi esperanza

 
At martes, octubre 04, 2005 12:56:00 p. m., Blogger franco said...

Vamos Daniel...
Aún tay caldeado....tostao.... quemao....
Quién te caldeó..
El perro judío?...jajajajaja

(es solo taya brother)

 
At martes, octubre 04, 2005 11:44:00 p. m., Blogger TTTTT said...

La rutina como bien lo has dicho, mata. Pero la superación está en la innovación. Este ha sido un pésimo año en lo que va, pero demosle pa´elante.

 

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