miércoles, septiembre 14, 2005



Reflexiones

De nuevo vi La Lengua de las Mariposas el domingo, esta vez junto a mi polola. Quería probarme a mi mismo que podía controlar mis emociones, como ya sabía en que consistía la película, creí que no sería tan dolorosa esta vez. Además ella no la había visto antes y quise acompañarla para orientarla en la contextualización histórica de la cinta. La verdad es que me llevé dos sorpresas, que hasta el momento sigo analizando lo más objetivamente que puedo. Una es que una vez más termine con los mocos a medio centímetro de donde corresponden y unos lagrimones salados se deslizaron nublando la escena final de la película. La otra que me dejó en ese momento plop, fue que en ese momento de mayor carga emotiva, cuando Moncho llevado por las circunstancias corre gritando insultos tras el camión que lleva a don Gregorio detenido, "Rojo, ateo, tilonorrinco , espititrompas.....", mi pecho se apretaba y por mi mente pasaban mil explicaciones para comprender a ese chaval que por cada tranco e insulto proferido iba cayendo en razón que un pedacito de su corazón se iba con ese viejo maestro. Cual fue mi sorpresa, que justo en ese momento de la película mientras las primeras lágrimas se preparaban a recorrer mis mejillas, mi polola soltaba una sonora carcajada, a lo cual nos miramos por un instante y dimos cuenta de la evidente contradicción en nuestras reacciones, en ese momento quede pasmado, debo reconocer me cayó bomba, me pregunté si habíamos visto la misma película, ella al ver mi estado de flagrante conmoción me dijo cariñosamente que no fuera tonto y se retiró a preparar la merienda. En esos instantes rodaron el resto de lágrimas rebeldes que por tonta hombría retenía en mis lagrimales. No volvimos a tocar el tema. Solo los días pasados y el análisis más detenido de los hechos, me han hecho reflexionar al respecto. Las conclusiones son las siguientes: Claramente las cosas o situaciones que me emocionaron una vez, lo van a seguir haciendo por lo menos la segunda, tercera, cuarta vez....que las experimente. Las reacciones tan diferentes que tuvimos con mi polola, me hizo pensar que es una ventaja, ya que en situaciones tan variadas tendríamos diferentes maneras de enfrentarlas, ampliando el rango de acción o discusión, me dí cuenta que todo lo que no soy yo, lo es ella, somos inversamente proporcionales y eso me hizo sentir bien. Más que parecidos somos el complemento el uno del otro, más que buscar similitudes y afinidades que de por cierto las hay y deben haberlas en toda relación, no son necesarias en un ciento por ciento. En resumen me sentí cubierto, protegido y espero que ella sienta lo mismo conmigo. Vivir la diferencia es complicado, aceptarla es una cosa, convivir con ella es todo un desafío que estoy dispuesto a asumir, espero estar a la altura de los conflictos futuros. Sigo adelante. Hay una canción de Nacho Cano, sueño con cantarla ya viejo, casi como epitafio junto a mi pareja:
"Subimos la montaña
de riñas y batallas
Vencimos al orgullo sopesando las palabras
Pasamos por los puentes de celos y de historias
Prohibimos a la mente
Confundirse con memorias
Nadamos por las olas
De la inercia y la rutina
Con ayuda del amor
Vivimos siempre juntos
Y moriremos juntos
Allá donde vayamos
Seguirán nuestros asuntos
No te sueltes la mano
Que el viaje es infinito...."
Mis esfuerzos van en esa dirección.

6 Comments:

At miércoles, septiembre 14, 2005 3:20:00 p. m., Blogger Paula B. said...

Que lindo Post Daniel and don't let her go!!

Que bello momento viviste... ese momento en que descubres las evidencias del complemento... que a su vez son las bases de los lazos que los unen.

Yo seguiré buscando y seguiré esperando encontrar a un chico que quiera dejarme entrar en su vida, como yo lo voy a dejar entar en la mia... y post como los tuyos... son vivos ejemplos que me indician que hay que tener esperanza

Prosperidad a ambos

Saludos

Miss Messer S.

 
At miércoles, septiembre 14, 2005 3:36:00 p. m., Blogger franco said...

La diversidad puede llegar a ser tremendamente misteriosa. Es duro cuando deseas regalar un genuino momento de emoción y recibes una carcajada descomunal. Lo notable, es tu capacidad para entender esa diversidad. pues a mi me pasó lo msimo y reaccioné mal.

Vivimos simpre juntos es un manifiesto de un amor con su kilometraje, imperfecto, de concensos, verdadero...

Nunca he visto la lengua de las mariposas, la voy a chequear.

 
At miércoles, septiembre 14, 2005 7:51:00 p. m., Blogger Pablillous said...

puchas no he visto la pelicula!
no soy muy buen consejero en una situacion asi, porque soy bien dictador en el tema de las peliculas y las emociones...rara vez lloro con una pelicula y cuando lo hago me partece increible que la persona conmigo no lo haga...ya se eso tiene mucho de intolerancia....
Pero ese es el punto aceptar la diferencia y vivir con ella..se puede ..es dificil pero se puede

 
At miércoles, septiembre 14, 2005 9:58:00 p. m., Blogger . said...

Un espejo, eso es lo que necesitamos, ese reflejo a la inversa...tan igual, pero tan al revés también...

Vivimos siempre Juntos...gran tema...

Un abrazo
Koalitta

 
At jueves, septiembre 15, 2005 1:19:00 a. m., Blogger .. Mi vida lejos de todo said...

solo puedo decir que me encanto tu post...... y me dejaste pensando..........y eso de las reacciones diferentes con tu polola estoy 100%de acuerdo que es una ventaja

saludos y cariños Andrea la hormiguita jajajaja

 
At jueves, septiembre 15, 2005 4:35:00 p. m., Blogger Paitoca said...

Sí!...esa escena es memorable y bueno, esa es una de mis películas favoritas, está tan repleta de enseñanzas pa'l corazón.
Me alegro que esté empeñado en su relación, ánimo y suerte!.
Un abrazo,

 

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