miércoles, septiembre 20, 2006

Último Grito

Aquí estamos de nuevo con el post mensual, si ya parezco matrimonio viejo, una al mes, jejejeje.(perdón sé que todos no comparten este humor tan picante). Si bien es cierto, he estado entre El Principito y Papelucho, Pacha Pulai y últimamente en Sub Terra, me he dado el tiempo para leerme El Fantasista de Rivera Letelier ( todavía espero de vuelta Fatamorgana, pero ya llegará o no Mallén, jejejejeje), es como mi relajo en medio de tanto trabajo y cachos varios.
Mis cabros y chiquillas están intratables en ocasiones, estoy pensando seriamente el colorarme el cabello, para ese blanco entre Sapito Livinstone y el tieso Vodanovic, ese viejazo no viene solo, en plena frente, el pelo se ha declarado en franca retirada, es batalla perdida, pero la táctica ha sido cambiar el peinado medio pal` lado ahora, claro que la raya se acerca peligrosamente a la oreja. En la bendita dieta, la cosa no ha sido mejor, me ha ido como el guatón Loyola en el rodeo de Los Andes y sin comadre Lola. Tanto esfuerzo, si hasta había bajado una talla, se me caían hasta los pantalones, ahora nuevamente los botones se ven amenazados por el sobrepeso, pero es que quién puede con Chancho, Vacuno, Chorizos, Anticuchos, empanadas, la veleidosa chicha, el tintolio, la tonta piscola y hartos etc, etc. No es que me queje, pero la he pasado bien, ojalá tuviera más tiempo libre, mi otro pasatiempo es ver Dvd musicales, tengo unas papitas, ufffff, claro que pirateito no más, tengo solo uno original el de Simply Red, claro que todavía me duelen las muelaspor lo caro. También me he entretenido en la decoración del Depto, tenía puros muebles y en las paredes blancas solo se podía ver la mano del tipo que me subió el boxspring hasta el quinto piso (Al desgraciado ya le ví su suerte por las lineas de su mano, debería morirse entre esta semana y la que viene por cochino). Volviendo al tema, en el living se ve hermoso el cuadro de Edvard Munch El grito , 1893. Munch describió así la experiencia que lo llevó a pintar esta obra: "Caminaba yo con dos amigos por la carretera, entonces se puso el sol; de repente, el cielo se volvió rojo como la sangre. me detuve, me apoyé en la valla, indeciblemente cansado. Lenguas de fuego y sangre se extendían sobre el fiordo negro azulado. Mis amigos siguieron caminando, mientras yo me quedaba atrás temblando de miedo, y sentí el grito enorme, infinito, de la naturaleza". Pa' mi que soy lego en estas artes, es un simple "Oh my god" en noruego. Frente al comedor los comensales se pueden deleitar con una invitación a disfrutar de la noche ni más ni menos que con la "Terraza del café de la Placedu Forum en Arlés por la noche, 1888, con el cabeza de taza, si adivinó, Vincent Van Gogh, es como si la primavera me hubiese inspirado a comprarlo para disfrutar de la música, conversación y demás placeres culinarios.
Ya encargué otro cuadro más, cuando me lo traigan les cuento.
Bueno, se me viene otro largo mes en devaneos al por mayor, en realidad como a todos ¿o no?, Nos leemos el día menos pensado.