Más pronto que tarde
La verdad es que ha sido una semana bien intensa la que he vivido. Esto de adaptarse a nuevos horarios, nuevas reglas, nuevas personas, nuevas responsabilidades, en fin todo lo nuevo que se imaginen. No ha sido para nada fácil, uno debe demostrar en cada acto, en cada decisión, capacidad. Todos observan las reacciones de uno ante cualquier conflicto, tratar de ser justo, uff, que difícil. Paciencia he tenido que sacar de mi stock. Por lo pronto he asumido tres cursos, un Sexto, séptimo del cual soy profesor jefe y el octavo año que ya se despide del colegio. La vida en un colegio da para contar mil historias, desde las más graciosas hasta las más tristes, ahí tenemos de todo. A veces pienso que lo que esos niños necesitan solo es que los quieran, amor a granel, que los cobijen, con eso les basta, sentirse escuchado y considerado. Ojalá uno pudiera multiplicarse y dar estar con todos de forma de estimular a cada uno de ellos. Necesitan tanto y tienen tan poco. Basta dar una vista por el libro de clases para darse cuenta que la mitad de ellos no tiene padre. Esa ausencia les pasa la cuenta en esta etapa de sus vidas. El entorno donde viven no ayuda mucho que digamos, es ahí donde azota fuerte el flagelo de la cesantía en nuestra ciudad. Que difícil es enseñar a jóvenes que no esperan mucho de su futuro, me cuesta motivar para que se interesen en aprender un poco más. Saben y sienten que no pueden aspirar a mucho. Los profesores hacen lo mejor que pueden su labor, la verdad es que ya había olvidado esa maldita de sentir que no puedes hacer más, las circunstancias nos sobrepasan.
Pero ahí estamos, día a día con mis rotos, echándole pa’ delante. Tengo de todo en el aula, los que pasan pegados al profesor, los resilientes, que a pesar de todas las circunstancias adversas salen adelante. Están los ausentes, esos que apenas se hacen notar y cada cierto tiempo te hacen saber que están ahí de las más insólitas maneras que te dejan de una pieza. Están los que te hacen la vida imposible, solo por el hecho de ostentar autoridad como profesor, dominar al grupo la verdad no es una tarea fácil, ganarse su confianza aún es más difícil, en eso estoy, con pequeños triunfos y grandes derrotas.
La vida del profesor es estresante por decir lo menos, más aún en este tipo de escuelas con alto riesgo social. No son pocos los esfuerzos que se diluyen en ese mar de burocracia que simplifica las cosas hasta despojarlas de su valor esencial el cual es hacer las cosas para verdaderamente ayudar a esos niños y sus familias ha tener una mejor calidad de vida, más digna, con más colores. Es complicado ayudar sin caer en la simpleza del asistencialismo, como decía mi profesora, “No les des pescado, enséñales a pescar”.
Debo reconocer que en uno de los escuálidos computadores del colegio no resistí la tentación de revisar mi blog buscando comentarios que me motivaran en esas horas oscuras cuando la bendita vocación flaquea. Gracias, solo eso, no imaginé sus palabras me dieran fuerza para seguir en este juego que desde iniciado parece perdido. Mi gran apoyo ha sido mi polola, ella también es profesora, hablamos el mismo idioma, nos motivamos y desahogamos juntos.
Hoy me ocurrió algo muy tierno, una niña de segundo año básico que estaba a mi lado recibió un pelotazo, nada grave pero lo suficiente como para que sollozara a mi lado, la abrace y sentí como ella después de un momento se acurrucó en mis brazos, y cómodamente siguió viendo el partido donde mi séptimo logró la hazaña de derrotar al octavo año diez a ocho, un clásico que tuvo a toda la escuela de cabeza por más de una hora y que salió adelante gracias a que los árbitros eran motoristas de carabineros. No recuerdo partido más intenso y lleno de nervios que ese, partimos perdiendo y ante la adversidad logramos reponernos y salir victoriosos. Ellos me demostraron que se puede, claro que casi me quedé afónico de tanto gritar y ordenar al equipo.
“Juegue, marque, corra, bajen, bajen, párese, no alegue, etc.” Fue una semana intensa llena de actividades extraprogramáticas y de cuestionamientos de toda índole, pero aquí estamos, mis rotos se lo merecen todo, espero ser fuerte en este desafío y no sucumbir en el intento, no me lo merezco, ellos tampoco.
A rodar la vida
Las cosas cambian de un momento a otro, para bien o para mal.
Lo que parecía un día normal en el trabajo, de pronto se vió interrumpido por algunos hechos. Uno, la visita de nada más y nada menos que el Joaco, si ese mismito. De visita en este puerto, quiso llegar a más gente a través de las ondas de nuestra radio. Papá, estaba a cargo de la puesta al aire, que cosas no, mientras todos estaban revolucionados, yo no caía en mí de felicidad, jajaja. Ya me había tocado recibir al viejo chico de Piñera en otra ocasión, cuando quería ser senador y lo bajaron, recuerdan. Bueno el punto es que el alter ego de Don Graff, llegó a la emisora, la cual estaba engalanada para tan ilustrísima visita. Andaba con su séquito que esta encargado de asesorarlo, eran tan pillos, que no sabían ni el nombre de la radio a la que llegaron, güena. Como buen candidato, saludó hasta el perro de la radio, entre ellos a mí, este fue frío, comparado con lo salamero del resto de mis colegas. Puta que soy profesional, me dije, cuando tuve que dar su micrófono al aire, me pude haber hecho el tonto y dejar que su mensaje no saliera para toda esta hermosa costa, pero no, como buen radiocontrolador, curtido en estas lides, le dí el paso al aire, solo para repetir las mismas sandeces de las que todos ya estamos curtidos. Más de una vez, sus asesores me miraban, cuando con una sonrisa irónica me reía de las populistas medidas del candidato gremialista. La entrevista duró cerca de veinticinco minutos, donde en general no hubo grandes propuestas concretas, solo buenas intenciones y palabras de buena crianza para una zona que está agobiada por el porcentaje más alto de cesantía del país. Lo divertido vino después, cuando finalizó, todos querían sacarse la fotito Polaroid, esa instantánea. Al salir del locutorio, todos se abalanzaron sobre él, para saludarlo e inmortalizarse junto a él, mientras yo seguía con la programación habitual de la radio, fue ahí cuando el pastelazo se abrió paso entre las personas y le dijo al fotógrafo - "sácame una con él", yo por principio no le solicité nada, me remití a saludarlo, nada más. Pero él insistió, se puso a mi lado listo para retratarse. Esto, me dije, es lo más cerca que lo tendré, odié no tener adosado un par de bombas a mi cuerpo, nos hubieras ido juntos al infierno, jajaja. Eso era imposible e impracticable en ese momento, así es que instintivamente puse mis manos en su cuello e hice como que lo estrangulaba, salgo con una sonrisa macabra, mientras sus acompañantes me miraban con cara de "¿Qué esta haciendo este weón?". Bueno fue un gustito que me lo dí a medias, poco me faltó pa' ser el primer pelafustan en ser el habitante de la famosa isla. Claro que con la cueva que tengo, me echan 100 años de trabajos forzados y a él lo canonizan en menos de uno. Desistí de ese hecho de sangre, lo siento, espero logren perdonarme algún día, ustedes y la historia, sino me postean nunca más, lo entenderé.
Al principio dije, que eran dos hechos que me habían cambiado la rutina de hoy. Fue un llamado de una oficina gubernamental, pra decirme que desde el lunes 24 del presente, seré profesor jefe de un séptimo básico hasta fines de este año, entiéndase escuela pública, como decía mi profesora, "donde las papas queman", esto me dejará poco tiempo para seguir posteando tan a menudo como quisiera, la verdad es que todas las publicaciones anteriores eran auspicias por el computador de la radio, entre tema y tema claro está. Ahora me avoco ciento por ciento a mi trabajo como docente, espero de ahí aportar más. Intentaré reordenar y adecuarme al nuevo horario, creo que extrañeré bloggear tan seguido, pero seguiré y contaré las historias que se vienen, así como las futuras canas, jajaja. Estaré con ustedes más pronto que tarde, un abrazo a los que me engrandecieron con sus comentarios y a quienes solo pasaron por este pedacito de costa que subí a la Blogósfera, no sé porque mierda esto suena a despedida, siendo que es un hasta pronto, solo eso, hasta pronto.
Lo tomamos pa' la risa o terminamos llorando todos.
No hubo sorpresas, ya lo sabíamos de antemano, no somos confrontacionales, somos tímidos, el debate nos complica, los aspirantes a la moneda no fueron la excepción. Los candidatos se presentaron tan cual son, tal los conocemos. Bachelet sucumbió ante el favoritismo, Lavín habló fuerte y golpeado, mérito aparte, pero sus argumentos siguen siendo populistas. Piñera, trato de ser cercano y convincente, lo logró en cierta medida. Hirsh, claro en su nicho, panfletero en parte, pero fue fiel a lo que piensa, el pragmatismo no va con él, ni con el conglomerado que representa, se le agradece haber nombrado a San Antonio, no fue gratuito, somos la comuna con mayor porcentaje de cesantía.
Las cosas no van a cambiar mayormente de aquí a diciembre, Bachelet será la próxima Presidenta de Chile, aunque ello implique quizás una segunda vuelta con cualquiera de los dos candidatos de la derecha, que en el debate se trataron con guante de seda o simplemente se ignoraron. La candidata oficialista claramente fue la más nerviosa en esta lid y el punto más bajo de la noche, no salio a convencer a nadie, le basta con lo que le dan las encuestas, lo tomó como un trámite, nada más.
Debate no hubo, lo que presenciamos fue planteamiento de ideas generales, punteos, generalidades, buenas intenciones. Este programa de televisión buscó dejar a todos contentos, y permitir los lucimientos personales de las periodistas a cargo de realizar las preguntas pautadas de antemano y en conocimiento de cada uno de los candidatos. Que pena, pensé que podría ser mejor. Ese es mi problema, sueño despierto. Confío, confío que todo puede ser mejor, cuando claramente todo ya está fríamente calculado. Tengo muy clara mi rayita para el 11 de diciembre, por cierto ya perdí, pero la esperanza y la ilusión, nunca.
Puajh, todo sigue igual, malditamente igual, este show debe continuar. Preparémonos para seguir con el pragmatismo de Lavín, que tratará de seguir dictando la agenda política tanto del gobierno, como de la campaña electoral con el apoyo tácito de los medios de comunicación. Piñera tratando de seducir a los electores democratacristianos, así como a los indecisos. La señora Bachelet seguirá conduciendo en neutro, (Ojalá maneje mejor que su hija), aprovechará el impulso que significa tener la máquina concertacionista funcionando a full, para lograr continuar en el poder por otro periodo, mientras tanto tratarán de mantener a raya el modelito económico en la medida de lo posible, que por mientras se seguirá afilando a la mayoría de los chilenos. En fin, la mayoría manda, así funciona esta seudo democracia, hay que seguir trabajando como una hormiguita para dar la libertad real a las nuevas generaciones para que sobre un pensamiento verdaderamente crítico, para que decidan los destinos de nuestros pueblos. Que pena pudimos ser nosotros esa generación, seguiremos esperando.
En algo tiene razón el eterno candidato de la derecha más conservadora, lo que no es poco, y a la vez es decidor, gane quien gane, llámese, Lavín, Piñera, Bachelet, a los empresarios les da lo mismo, porque a la hora de hacer un diagnóstico profundo del tema social, no pasará más allá de lo políticamente correcto, la clase política y económica están hace tiempo funcionando sobre la base de una simbiosis de poder, que claramente va en desmedro de la mayoría de los ciudadanos del país. Es un proceso similar al ocurrido en el siglo XIX, cuando la emergente burguesía (rotos con plata) se fusionó con la decadente aristocracia (Pijes con clase pero con cada vez menos dinero). Se busca mantener todo igual, que no chorree, sino que gotee, buen provecho señores. Mientras tanto el descontento sigue creciendo, esta generación claramente no será la que explote socialmente y exija cambios estructurales, peor aún, seremos el ejemplo empírico de lo necesario del cambio, en un futuro que aun no se avizora, aún un futuro de quimera.
El escándalo de todos los días
Después que el cardenal Francisco Javier Errazuriz hablara ante la clase política de la Escandalosa desigualdad en la distribución de la riqueza en nuestro país, la discusión se ha diluido lentamente, reconociendo tácitamente el status quo en que esta inmerso nuestro país en materias sociales, gracias a la complicidad existente entre nuestra clase política y empresarial, solo ha sido considerada como un llamado de atención o un tiro a la bandada, de la bienaventurada Iglesia Apostólica Romana, la misma que tiene un sacerdote por cada 15.000 habitantes en los barrios altos y 1 curita por cada 45.000 feligreses en los barrios más populares, (que equitativa distribución de los agentes de Dios, el burro hablando de oreja), la misma que educa en sus escuelas particulares no precisamente a ciudadano común y corriente. En esas aulas educaron, educan y educaran a la casta dominante, según sus valores, dignos de un buen cristiano, algo falló claramente, esos mismos son los que se llenan los bolsillos a destajo y dan su cuota de caridad para mantener sus conciencias limpias ante Dios y la santa Iglesia, para ello cuentan con sacerdotes puertas adentro para guiar su vida espiritual. De muestra un botón, no serán pocos los que estarán en el Vaticano para regocijo propio, en la canonización de Alberto Hurtado, quien hizo más por los pobres que lo que han hecho esos hombrecitos que se golpearan el pecho en el epicentro de la cristiandad. Encima, han tenido el descaro de censurar el contenido social de su mensaje, adaptando a su antojo la imagen que proyectaba este sacerdote del pueblo, catalogado en su tiempo como cura rojo por algunos sectores más conservadores de misma iglesia que hoy le rinde pleitesía, claramente Hurtado vivió el evangelio de Jesucristo de una manera distinta, comprometida, cercana con el desposeído, ejemplo que no han sabido seguir en lo más mínimo la gran mayoría que se regocijará de su santificación. Que triste y desdichado se debe sentir Don Alberto, si es que está en el cielo, como predica la iglesia sobre el destino de las almas buenas en la tierra. Estos tipos han tergiversado su mensaje, “Dar hasta que duela”. Dejándolo en un “Darles hasta que les duela”. Ignoran la pobreza y más aún establecen un trato discriminatorio con sus trabajadores bajo el amparo de los administradores de nuestra seudo democracia que como dijo Lamarca “es una chacra”. Estos care raja más encima hacen usufructo del santo del pueblo, no será mucho digo yo, gente que claramente no lleva una vida como la de Hurtado y o como la del mismísimo Cristo, ese que dijo sin eufemismos, “ Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”, ese Cristo no mora en sus Iglesias, esa donde sus rezos se diluyen en el eco de sus almas vacías. Herejes, se pasan su Santa Biblia por la misma raja, si solo respetaran y practicaran lo que dicen creer y adorar, este mundito sería un poco mejor, imponen reglas morales que ni siquiera cumplen. Me desagradan en demasía estos falsos cristianos, porque hacen parecer lo verdaderamente correcto como una maldita utopía. No creo en los santos, creo en los buenos hombres, Alberto Hurtado era uno de ellos. Por favor respeten su obra, el prefería las calles a estar enclaustrado en los frios templos. Creía que la Fé sin obras, estaba muerta. Señores los valores se viven, no se comen, ni guardan, ni siquiera se los pueden robar, solo vivan los valores que dicen profesar, por favor, haganlo por ustedes y por nosotros, amén.
Enchulando el Corazón
Son tantas canciones que se me vienen a la mente cuando recuerdo mi infancia, que podría citar cientos y cientos de temas. Cada una evoca sentimientos, momentos que no volverán a repetirse, unos buenos y otros no tanto, recuerdos al fin y al cabo, que forman parte de mi vida y la de muchos otros, claro que con diferentes percepciones. Como no va a ser entonces entretenido juntarse de vez en cuando con amigos y evocar esas canciones, en la que después de avanzada la noche, todos somos cantantes, de esos que cantan con el corazón en la mano, sin importar horarios ni vecinos, cuando el llamado a cordura es ignorado de común acuerdo.
Con voz carrasposa y pronunciación dificultosa, desempolvamos de nuestra memoria Am (quizás más adelante retome mi memoria Stereo) las letras de esas canciones que nos acompañaron en aquellos años mozos, de esas que sonaban en la radio de amplitud modulada, en vinilo, ya sea 33 o 45 rpm o en el casi extinto casette, en su gran mayoría de esos pirateados con la tonta marca de la correspondiente emisora en la que hicimos usufructo del tema en cuestión.
De cuando en cuando, repaso solo o acompañado de mi séquito más cercano, puras papitas (en jerga musical, canciones dignas de ser destacas una vez pasados los años).
Hablo de artitas como Umberto Tozzi, con temas como:
“Gloria, machi tu nell’ aria,
Manchi come il sale, manchi piú del sole….”
Buenas canciones nos dejó ese italiano enojón, en otro tema evoca a una tía con ventaja que lo acogió cálidamente en su niñez, más de lo que hubiese querido su madre y el curita del pueblo, al final ella se va. El desconsuelo de esa amarga experiencia se plasma en Mama Marema, historia digna de El Diario de Eva o del Chacotero Sentimental.
Otro que se me viene a la mente es el argentino Roque Narvaja, como olvidar ese temita:
“Yo quería ser mayor , quería ser mayor,
quería ser un hombre habilitado,
Yo quería ser mayor , quería ser mayor
y ya no ser un niño mal humorado...”
Este Che, también nos regaló el famoso Menta y Limón:
“Mis manos son hielo sin tu espalda,
de frente el infierno sin tu calma,
mis ojos apenan la mirada, menta y limoooooooooón, uuuuuuuuuuh”.
Era triste la historia que relataba Roque, en ella queda más solo que el dedo gordo.
Otro que la picaba finita era el modesto Sergio Fachelli:
“Yo soy así es mi forma de ser,
que te puedo decir amor,
soy bueno soy malo a veces, y no puedo ser mejor”.
Sincero el niño, más adelante con su voz, prueba de su clara condición de eunuco, decía: “Quiéreme tal como soy,
con mis noooches y mis días,
con mi manera de amar con mis penas y alegrías,
Quiéreme tal como soy y sino sigue adelaaante,
nunca encontrarás más amigo más amante...”.
La autoestima la tenía alta el hombrecito este, no. En esta canción tengo que impostar mi voz, o dicho de otra manera, sacar mi falsete para interpretarla.
Sigamos, Camilo Sesto y la historia de mi vida:
“Siempre me traiciona la razón y me domina el corazón,
no sé luchar contra el amor”...
”Vivir así es morir de amor,
por amor tengo el alma herida,
por amor no quiero más vida que su vida, melancolía.”
Sin comentarios, uno tiene su corazoncito ya.
Cuando chico me imaginaba una pájaro herido con esta canción(que concreto). Era el siempre joven Hernaldo de Nicaragua:
“Procuro olvidarte, siguiendo la ruta de un pájaro herido,
procuro alejarme de aquellos lugares donde nos quisimos”...
“Lo que haría, porque estuvieras tú,
porque siguieras tu conmigo”.
Cuando chico, prendía la radio y siempre encontraba que la canción que sonaba, me llegaba a la vena. Escuchaba radio día y noche, me la llevaba a la cama y cuando me quedaba dormido se daba unos azotes en el suelo la pobre, pero fiel, aún suena la putamadre, claro que ya la pensioné como Dios manda, no como los otros cara duras, que más encima piden ahora APV.( tiene razón Felipe Lamarca, cuando dijo que “el pueblo siente que se lo están afilando”)
Volvamos a los recuerdos. Puuuuuuuta que me gustaban Los Chalchaleros, con bombo incluido:
“Lloraré, lloraré, lloraré toda la vida,
si la aaa, si la que aaa, si la que amo tiene dueño,
cuando la muerte me lleve por sus caminos de sombra,
el viento me ha de traer,
esta zamba que te nombra”
...Adentro...
“Angélica, cuando te nombro,
me vuelve a la memoria,
Un valle, pálida luna en la noche de abril de aquel pueblito de Córdova”
...Adentro...
“Ayer la he visto con otro, alegre la vi pasar,
ganas tuve de gritarle, engañera pande’ va”
...Adentro...
"Zamba de mi esperanza, amanecida como un querer,
Sueño, sueño del alma que a veces muere sin florecer”.
Pa’ que queremos a Los Nocheros si tenemos a Los Chalchaleros, cuando decida ir a la Argentina de todas maneras paso a Córdova su tierra natal, capaz que me los encuentre cantando en una plaza, yo no les pediría la uñeta o un autografo de recuerdo. No, yo me traigo el Bombo, ya se lo quisiera Melón o el Bombo Fica.
Este fin de semana como se habrán dado cuenta me dediqué a Enchular el corazón con este tipo de recuerdos musicales, claro que después de celebrar nuestro día como Dios manda, por lo pronto hay que seguir dignificando la profesión.
Los Disimuladores (O Terrorista Chanta)
Fui a la feria del libro usado que se realizó en San Antonio. Cada vez esta más chica, pero no por ella baja en calidad y en actividades culturales. Me la recorrí toda, quedé con dolor de cabeza de leer tanto títulos, no buscaba nada en particular, miré, pregunté precios, cuento corto recorrí entera la feria. Finalmente me decidí por comprar Canto General de Neruda ($6.000) y un texto de Friedrich Nietzshe Más allá de bien y el mal ($1.500). Tenía diez mil para gastar, el vuelto la verdad me lo comí, en la caleta de pescadores $ 2.000 costaba la merluza frita con puré y surtido de ensaladas, más pisco sour y ese ají que te pica dos veces como decía mi abuelo, exquisito por decir lo menos. Por otro lado igual los libros estaban un poquito caros, para ser usados digo yo. Hay que reconocer que Chile no es precisamente un país lector, para nada. La cultura del libro prácticamente no existe, más allá del impuesto desmedido que soporta la hoja impresa, digamos que no es ese el problema de fondo, pero sí, la guinda de la torta. El que quiere leer, a veces recurre a bajezas, no devolver los libros a los amigos o a la biblioteca, fotocopiar a diestra y siniestra, comprar la edición pirata, etc, etc.
Me declaro pertenecer a esta categoría, soy un terrorista literario. El que este libre de pecado, que tire el primer libro. Mi último pecado es estar leyendo Harry Potter y el Príncipe Mestizo, es mi placer culpable ya, nada para sentirse orgulloso ni avergonzado. Me los he leído todos, ahora gozo leyendo las aventuras de este mago quinceañero. Es una versión bajada de Internet, traducida por un fanático de la saga, hasta donde sé, respecta el argumento original, esto ha sido cotejado con quienes leyeron la edición en inglés, la publicación estará en nuestras estanterías y cunetas a partir de febrero, mucho esperar para este Pottermaníaco. La historia no es la mejor, como que a J.K. Rowling de le acabaron las ideas, pero bueno, ya estamos en esto, solo queda asumir. Como que las sagas me prendaron, El señor de los anillos, Las Crónicas de Narnia (sigo buscando el volumen 3), en fin.
Retomando, espero que el próximo año este mejor la feria aquí en el puerto, en una de esas me arranco a Santiago a la feria del libro que estará en la estación Mapocho, claro, si junto platita, mirar libros o disco sin dinero para comprar, es una tortura, si no tengo plata, prefiero pasar de largo, no quiero aparecer en la crónica roja: “Bello joven asesinó brutalmente a librero cortando su cuello con el filo de las propias hojas de sus libros”, jajaja, no es pa’ tanto tampoco. En una de esas en realidad soy un terrorista literario pasivo, en una de esas robo libros y los desparramo en las poblaciones, las escuelas, en las esquinas, en los estadios, no esta mala la idea, prepararé mi golpe mediático. Necesitaré cómplices, mi banda se llamará Los Disimuladores, que original, pero ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón. Prepárense mi primer golpe será ampliamente publicitado en El Rastro. Tendrán noticias mías.
La noche donde solo brillaron 7 estrelllas
Cuando la noche amenazaba con una garúa intensa, finalmente terminó cediendo ante las primeras armonías del grupo Porteño Congreso, liderado por el cada vez más quijotesco Pancho Sazo. A un costado de la mar, esa que se silencio por instantes y pareció congraciarse con las rocas que de día azota sin piedad, quizás por sorpresa, quizás por capricho, será que no está acostumbrada a visitas ilustres. Como buen puerto logró acoger y abrigar a los navegantes de la ruta cultural de nuestra región. La noche se iluminó con los acordes de Congreso, envueltos en un aura romántica y social; el buen sonido junto a una brisa que se encargó de recordar que nuestra bella costa era el telón de fondo para el concierto y fue así como una marea de talento desplegada por cada integrante del grupo, anclaron en cada uno de los más de dos mil residentes ilusos de este puerto que gozaron de cada arrebato luminoso de esta banda con filiación y compromiso latinoamericano.
La luna altanera y orgullosa se ausentó al saber de la presencia del hijo del sol luminoso, su desquite fue con húmeda e imprudente garúa, que sosegó en su intento ante el canto poético que esa extraña noche de primavera enamoró a esta Costa Salvaje.
Ante su dura realidad, cabizbaja la ciudad de las tres colinas guardó silencio de tumba, sus calles desconsoladas y angustiadas por el acongojado deambular del residente costero, sintieron el paso firme de cada verso hecho música en todas las esquinas, como reconociendo en ellos un sentimiento amargo y vacío:
Sucede que me estoy quedando triste
Sucede que me canso de reír
Nada nuevo veo en las mañanas
Ni en tus ojos de ayer,
Ni en tus ojos de ayer
Y sigo caminando calendarios
Sigo caminando en un reloj
Todo se termina en un suspiro
Y huye al lado el eco de la voz
Y vuelta y vuelta
Planetas y estrellas
Y vuelta y vuelta
Planetas y estrellas
Sergio González 1975
Dalí con gusto a fritura
El sábado pasado viajé a la ciudad que ruge, a visitar la exposición del excéntrico y loco Eugenio Salvador Dalí. Pude apreciar parte de su obra gráfica y la colección Clot. Me tomé todo el tiempo para apreciar su trabajo enmarcado en el surrealismo, para interpretar y comprender cada trabajo tan prolijamente realizado por este artista catalán. No me dí cuenta como pasó el tiempo, en total fueron tres horas y media intensas, donde quedé embrujado por la locura y amor enfermizo a su musa Gala, tan ricamente expresado por Dalí. El contacto con estas expresiones artísticas es tan personal, que me molesto de sobremanera tener a mi lado dos pendejas que comentaban cada obra sin la más mínima consideración con quienes presenciaban cada cuadro, se dedicaron a comentar y dar SU impresión sobre la obra, con un tono de suficiencia que francamente molestaba, primero porque hablaban fuerte y segundo porque no dejaban concentrarse en disfrutar las gráficas del Bigotudo, Dios mío, si hubiera querido tener una interpretación de cada obra, habría pagado los $2.500 que costaba un guía. Pero no, estas chicas que entorpecían el paseo por la galeria no solamente a mí, sino a un buen resto más de gente que trataba de presenciar con cierta cuota de calma y silencio cada obra. La mayoría hacía comentarios, los cuales eran audibles solo por el acompañante, por respeto a los demás. Bueno para resumir, se quedaron solas estas jovencitas, todos las dejamos avanzar como acuerdo tácito, hasta perderlas. Después pude contemplar tranquilamente el subconciente de Dalí hecho arte. Su interpretación para los poemas de Mao, su visión de la Santa Biblia en 105 xilografías, en su lúdico trabajo en Gargantúa y Pantagruel, disfrute el trabajo de este lindo loco de patio. Eran cerca de las cinco de la tarde cuando salimos con mi polola, yo todo mareado y con hambre que no tuve empacho en zamparme unas ricas sopaipillas fritas fuera de la Estación Mapocho, estaban exquisitas, me faltó poco para besar las manos del hombre que me las vendió, eran una verdadera obra de arte, me quedó esa loca sensación: Dalí con gusto a fritura, y eso que no le puse mostaza, digamos que fue una experiencia surrealista.
Por la Dignidad de San Antonio
500 personas marcharon por las calles del puerto sin abanderamientos políticos de ningún tipo. Solo hubo banderas chilenas y negras. Se demandó un sistema de libre elección previsional, porque el actual es un verdadero chiste(Tengo asumido que voy a jubilar a los 120 años, si Matusalén hubiera sido chileno, todavía estaría cotizando). Se protestó por el problema de cesantía en la ciudad, la cual es de un 19%, la más alta del país, y eso que somos el primer puerto de Chile en movimiento de carga(La Empresa Portuaria Nos construyó una costanera para limpiar su imagen ante la comunidad, el resto del dinero se reparte a destajo, si tan solo quedara un pequeño porcentaje en la ciudad para ser utilizados en programas sociales). Se marchó por la defensa del medioambiente en el Sector de San Juan específicamente en el estero Relmu, tema sensible que involucra a un empresario que supuestamente financió la campaña del actual alcalde, a buen entendedor pocas palabras.
Son tantos los problemas de esta zona (Aplíquese el refrán Pueblo Chico, Infierno Grande), que da pena como nuestras autoridades se diluyen en tontas disputas que francamente son inconducentes. (Súmese la supuesta agresión de la primera autoridad Provincial a su esposa, de comprobarse y salir a la luz pública sería la guinda de la torta)
Este ambiente enrarecido también contribuye a mi condición crónica de Caldeo, trataré de sacudirme esa modorra este fin de semana con La feria del Libro Usado, no nos alcanza pa' más, tengo un Arturito en la billetera que me esta molestando, aunque voy a cambiarlo por dos Gabrielas, al menos ella era escritora, hay que ser consecuente no.
¡No me Pellizquen los cacahuates!Por esas extrañas cosas del destino me he visto de pronto convertido casi en un charro, por cosas de trabajo la música mexicana ha sido parte de mi vida. Esta bien que tenga raíces en el campo, pero no por eso me va a gustar la música mexicana, bueno hasta hace un tiempo al menos. Me he resistido a su influencia y solo me he dedicado a hacer mi labor con las perillas, y debo reconocer que ha dejado huella en mí y he logrado comprender en algo su fuerte arraigo en la masa popular. Es mucha la gente de nuestro pueblo que disfruta de la picardía de este ritmo norteño. Como en toda corriente musical encontramos exponentes de calidad y otros tantos que es mejor ni molestarse en considerar por su nulo aporte a este género cadencioso. Los exponentes ilustres de la música ranchera en general son gente salida de los mismísimos campos de nuestro país. En la fauna ranchera encontramos grupos consolidados como Los Hermanos Bustos, Los Reales del Valle, Los Llaneros de la Frontera, Eliseo Guevara, Los Luceros del Valle, esto solo por nombrar algunos campechanos que han recorrido cada rincón de Chile con su guitarra y acordeón y que en más de una fiesta hemos bailado corridos dando empeñones a diestra y siniestra. Este fenómeno que desembarcó por estas tierras en la primera mitad del 1900 encontró eco en nuestra gente, la más humilde y sencilla, que se sintieron identificados con las melodías y letras que trataban desde el amor y desamor así también como las vivencias del pueblo por sencillas que estas fueran. Un antecedente decidor es que el mismísimo León de Tarapacá, Don Arturo Alessandri Palma, recorrió cada ciudad y pueblo de este país dándose a conocer con una pegajosa melodía que por esos días hacía furor, “Cielito Lindo”, un visionario que sin lugar a dudas tuvo conexión directa con el pueblo, gracias a detalles como este, además de sus cualidades innatas como político.
La rancheras como la gente gusta decir a esta música, soterradamente ha ganado terreno. Catalogado como un ritmo chabacano, son pocos los que reconocen públicamente su adhesión a esta música, socialmente no es para sentirse orgulloso ser uno de sus seguidores. Es por eso que en la televisión no existe, en las cadenas radiales a nivel nacional prácticamente no es programada, por abarcar un estrato social muy bajo. Típico del doble estándar del chileno medio, en este país es un secreto a voces que la venta del catálogo de música ranchera es el que más ventas acumula, más que cualquier artista popular con vitrina en todos los medios de comunicación masiva, es más, mantiene a no pocos sellos musicales dando la posibilidad que otros artistas y grupos que cultivan un estilo diferente tenga la posibilidad de grabar sus
discos .
¿Estamos en presencia de la revolución de las masas?, claramente esta música no es una moda, ha sobrevivido durante décadas, cuando el tango y el bolero eran fuertes, la música mexicana utilizando la misma fórmula de Mao Tse Tsung, desde los campos comenzó su arremetida para apoderarse del gusto general del grueso de nuestra gente, esa humilde, esforzada y trabajadora, la misma que sus letras describen tan sencillamente.
Para cantarla no se necesitan virtuosismos, solo sentimiento y pasión, eso la gente lo percibe y lo agradece. Otro punto digno de destacar, es el carácter machista de esta música nacida en México, curtida por cuanta revuelta y trifulca propiciada por una infinidad de caudillos que construyeron la historia de ese país a son de balas, a lo mero macho. Ese machismo hecho música encontró tierra fértil por estos lares, gracias a nuestra idiosincrasia campechana. Sus cultores se han encargado de mantenerla viva entre su público, gracias al tremendo impulso que recibe del país norteño, donde artistas de renombre se enorgullecen de incluir cada cierto tiempo este ritmo, Juan Gabriel, Luis Miguel, Pedro Fernández, son aceptados masivamente en los medios. Los Tigres del Norte son todo un fenómeno en su país y en gran parte de Centro y sur de América, Álvaro Henríquez hace poco grabó un disco donde incluía Jefe de Jefes, tema de este grupo mexicano, cabe destacar en las letras de este grupo mexicano, su visión no oficial del problema de la droga que azota ese país.
Nuestro prejuicio elitista sin bases que lo sustenten sigue adelante, la discriminación y la intolerancia es una batalla que se refleja en todas las esferas en que el hombre se desenvuelve, la música no es la excepción. Con Maria José Quintanilla despertó y se estremeció esa gente que escuchaba rancheras y no encontraban un espacio para expresarse o al menos los acogiera. Tolerancia tiene que ver con amplitud de criterio, amplitud para comprender y aceptar la diversidad, estar dispuesto a conocer, conocer y establecer relaciones simétricas con las personas, estar dispuesto a descubrir su riqueza, su mundo, como tantos yo también tuve prejuicios con esta música pero ahora la puedo escuchar y puedo decir que conozco y comprendo su arraigo en mi pueblo, mi comunidad. Y ahora hasta disfruto de algunas canciones picaronas, El de las Botas negras, Juan Charrasqueado, El Na ni Na, que trata de la impotencia masculina, es divertido como se aborda el tema. En asuntos de despecho esta música claramente la lleva, alucino con los Reales con su canción “Tres veces te engañe, tres veces te engañe, tres veces te engañeeee, la primera por coraje, la segunda por capricho, la tercera por placeeeeer y después de estas tres veces no quiero volverte a veeeeer..”. También tratan reglamos metafísicos “Para queeee me echaste al mundo Dios eterno, para queeeeeee si había de ser un desdichado”, con un tinto en la mesa una la hace de oro, las penas son para sufrirlas, aaaahhhjua, por eso no miremos en menos a quienes disfrutan de esta música y nooooooooo me pellizquen los cacahuates. Sin lugar a dudas encontraremos riqueza cultural en esta expresión popular, no nos cerremos a ella.
¿Quién no?
(O solo dos cosas)
A razón de pecar de cuático, grave, superficial o cualquier otro epíteto o adjetivo, me di cuenta que hay dos cosas que me empelotan de sobremanera, una por desagradable, la otra porque me hace sentir culpable.
Debo aceptar eso sí, que todas estas desagradables experiencias se deben a mi transitar en las horas extremas en que se divide el día. Temprano por la mañana salgo al trabajo antes que el normal de la masa laboral, me encuentro con las personas que barren en las calles, con los guachimanes que retornan a sus hogares, con los temporeros que van a cosechar frutas, etc. Y retorno pasada la medianoche a mi casita después de pulular por la mi ciudad (que por estos días esta verdaderamente salvaje) a lo Mateos, como cuando cantaba “ Soy un chico de la calle, camino en la ciudad con mi bolsito sin molestar a nadie” (le adapté “bolso” por “guitarra”, igual rima). El problema de este constante peregrinar por los adoquines de esta ciudad (entiéndase este “peregrinar por los Adoquines” como una frase romántica, la verdad es que quedan como dos calles con este material y no paso casi nunca por ahí), es que ando lánguido, desanimado, cansado, dormido, penoso, achacoso, enclenque, pero la mejor palabra que resume mi estado es
Caldeao, entiéndase como el estado de ánimo en que todo nos molesta, todo nos aburre, donde todo se nos hace largo, tortuoso y engorroso, pero no por eso se dejan de hacer las cosas. He tratado de quitarme esa modorra con una ducha caliente y la verdad es que el otro día me relajé tanto que me quedé dormido y llegué atrasado a mi trabajo. Me cansé de dar disculpas y explicaciones, más encima de recibir de mi entorno más cercano el típico ¡Que flojo!, ¡que irresponsable!, ¡Linda la Custión!, ( así tal cual, custión), como si uno no se sintiera lo suficientemente culpable y mal por esa situación. Sin ir más allá, hace un tiempo me saqué cresta y ½ por ir corriendo atrasado a mi trabajo, el sentido de responsabilidad fue tanto más fuerte que el costalazo que me di, imagínense tirado en la calle, sucio, adolorido y atrasado, pero eso sí, el golpe no fue proporcional a la falta en que incurría, el problema es que si me atraso, medio San Antonio se da cuenta, es imposible pasar piola. Bueno eso me caldeo más aun. Otras cosas que me caldean, aparte de las dos cosas que pretendo describir en este post y que creo que como se van dando las cosas difícilmente haré, son por ejemplo, no terminar de leer un libro que nunca me logró motivar en su trama, no tener tiempo para escuchar esos temitas que me apasionan, no tener como prioridad de compra esa guitarra que me quita el sueño y que cuando tengo una cualquiera en mis manos, las notas se diluyen en mis dedos al igual que las letras de las canciones que se suponen mis favoritas, un verdadero fiasco trovador. Me caldea no poder visitar más seguido a quienes me quieren de verdad. Me caldea no haber podido lucir una camisa que me costó $ 7.990 porque me queda tan apretada que podría matar a alguien si se sale un botón. Me caldea cansarme al tener que subir una pendiente, me caldea vivir en una ciudad donde todo esta en pendiente, donde las leyes de la gravedad funcionan al revés “todo lo que baja tiene que subir”, son muchas las cosas que a diario me provocan esta jugosa sensación tan desagradable. Creo que este post se fue de mis manos, esta visión introspectiva me caldeo pa’ variar, y lo que más me caldea es no haber sido capaz de contar y detallar cuales son las dos cosas que más me empelotan por estos días, que en realidad rayan en lo cursi. Lo siento, creo que lo mejor es suprimir este post, pero la verdad, me caldea hasta hacerlo.
Pero no, uno debe ser capaz de dominar y superar esa modorra o letargo que cada cierto tiempo nos recuerda que debemos sacar el pie del acelerador o también en algunos casos darle movimiento a nuestra vida, pasión, entusiasmo, sacarse ese punto de quiebre que nos da el día a día cargado de situaciones que juegan en contra de nuestro espíritu de superación, es difícil no mirar para el lado y ver que la ley del mínimo esfuerzo es el lema de la mitad de la gente de este ciudad, país, etc, al menos eso desmotiva. No es que uno sea genial en lo que hace, pero como decía un amigo, hay que caquearle de vez en cuando (Caquearle:Llámese ponerle color, talento, empeño, tesón, etc), poner ímpetu en el quehacer, no solo laboral si no en todo lo ámbito de nuestra vida.
Este punto aparte es dedicado a CheDoc.Claramente de este post, se extrapola la batalla interna que se desarrolla en mí, entre el hombre idealista y el pragmático, el reactivo, el ciudadano moldeable, consumido por la masa. Quizás son los últimos estertores de una muerte anunciada, quizás estoy listo para la metamorfosis final, la que me convertirá en el insensible que camina sin mirar atrás, que funciona sin remordimientos, que trabaja sin compromisos, que maneja la hipocresía con lengua de doble filo, ese que transó sus sueños en el mercado material.
Definitivamente no. No quiero ser aplastado como un caracol en la oscuridad, que se arrastra por el húmedo pavimento y es pisado por un distraído caminante, no quiero que nadie pase a llevar mi telaraña que con tanto esfuerzo he tejido. Lo logré, ahí están descritas las dos cosas que me molestan, Pisar un indefenso caracol y llevarme pegada en la cara una tela de araña, una tontera, pero no es raro que tome y cruce a los caracoles al otro lado de la vereda. Ahora no mato arañas ni destruyo voluntariamente sus tejidos. Si, ya lo sé, de repente se me junta el rojo con el blanco y hago corte, pero
¿quién no?.
