miércoles, diciembre 27, 2006

Teacher leave them kids alone

Ya casi todo ha terminado, los chicos ya se marcharon. Hoy fue el primer día que sentí y me afectó el eco de su ausencia en la inmensa sala, pasé lista con mi vista por cada puesto, repasé sus caras una a una y los eché de menos a los malditos rotos, me debo estar poniendo viejo, que horror. Ahora entiendo al pobre androide replicante en Blade Runner, que en un momento fue capaz de experimentar esa fragilidad de sentir, como olvidar sus últimas palabras: "He visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir...". Afortunadamente a mi me queda más tiempo a Dios gracias, el punto que me hizo extrañar a estos demonios chicos es la incertidumbre de no seguir con ellos el próximo año, hasta el momento no había reparado en mi carrera de trotamundo de la educación pasando por diversos cursos que ya tenían problemas de aprendizaje y comportamiento severos, en el fondo, una papa caliente. Con todos los malditos me encariñé, de vez en cuando veo sus malditas caras en mi computador y uno que otro me saluda por las estrechas calles de esta futura ciudad del juego (al menos ya lo era en cuanto al placer pecaminoso, jejejejeje). Creo que el tiempo hizo lo suyo, todo un año con ellos me está pasando la cuenta, aunque en mi condición de profesor a contrata no debo hacerme ilusiones de continuar en algún lugar establecido, mi futuro es incierto a partir del 28 de febrero de 2007, solo sé que estoy un poco más viejo y sentimental. Por lo pronto me queda repasar sus nombres en interminables documentos burocráticos, en fin todavía tenemos pa' rato.