viernes, julio 29, 2005

Buscad en todas Partes

Una tarde de verano, en los faldeos de la nostálgica cartagena, hace no más de dos años atrás, a los pies de la tumba de un pije aventurero, la poesía cayó desde el cielo, más que un poema parecía un presagio. Este decía:
"La poesía está por nacer en nuestro globo.
Y su nacimiento será un suceso
que revolucionará a los hombres
como el más formidable terremoto".
Desde ese día la busco por todas partes.
En las calles, en los ojos de los niños, en el crepúsculo, en los diarios, en el mar antropófago, en las páginas amarillas, en la bolsa de mis recuerdos, en la delgada línea del horizonte, en los blogs de mis amigos virtuales, en las manos de mi amada, en los cuadernos de mi niñez, en los nubarrones de invierno, en el puesto de libros frente al banco... y la verdad es que aun no la encuentro.
Me siento perdido, "Solo en medio del universo"(...)"Heme aquí perdido entre mares desiertos. Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la noche.
Heme aquí en una torre de frío,
abrigado del recuerdo de tus labios marítimos."
Pero no me daré por vencido, seguiré buscando con la paciencia de las estrellas. Al menos el pije me dejó algunas pistas, que repaso constantemente:
"Los verdaderos poemas son incendios,
la poesía se propaga por todas partes,
iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer y de agonía".
"Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser".
"Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser".
Debo admitir a esta altura que necesito ayuda, no puedo solo.
Entre más busquemos, quizás logremos dar con ella, si es que ha nacido.
Vicente Huidobro dejó de darme pistas un triste día de enero de 1948, en la ciudad de Cartagena.
La ciudad aun no se recupera de su partida. Desde ese día dicen, las olas golpean con fuerza aquellas costas, como queriendo llegar hasta su lejana sepultura encaramada en los cerros, quizás para cumplir con el epitafio del poeta, "Abrid esta tumba, en el fondo de esta tumba se ve el mar".

Ojalá todo fuera una Maldita broma
Estaba en las actividades típicas del ocio laboral, algo así como sacando la vuelta, cuando llegó un mensaje de texto a mi telefono celular. El mensaje era corto y preciso, ojalá no lo hubiera leído jamas: "Snape mata a Dumbledore". Mi cabeza parecía explotar. Maldición dije, siempre lo supe. Después odié a mi amigo, que provocó en mi pensamientos contradictorios, teorías, imágenes, diálogos, escenarios, espacios, sensasiones, un desorden de ideas, confusión al fin y al cabo. Luego pensé, cómo era posible tamaña traición, él que lo salvó de las garras del innombrable y a pesar de su condición lo acogió en Hogwardt. ¿Qué poder logró hacerlo cambiar de actitud?, ¿qué hace que un individuo se convierta en un sicópata, frío, implacable, sistemático, con un perverso objetivo en su horizonte?
Si bien es cierto, lo relatado anteriormente, tiene relación con el mundo de lo ficticio, como es la entrega del sexto libro Harry Potter y el Príncipe mestizo, cabe señalar que la realidad tiene un extraño sentido de la ironía. De inmediato se me vino a la mente, esos jovenes árabes que perpetraron los atentados, primero en Nueva York, luego en Madrid y hace unos días en Londres. Ellos incubaron como un virus en sus cuerpos, un odio contra el sistema infiel, para llegado el momento implosionar, llevando su castigo sagrado a nuestro modo de vida. Su intención era causar horror a quienes jamás pensaron verse afectados directamente por las políticas exteriores implantadas por sus gobiernos. El golpe iba dirigido a las bases de la democracia, sistema en que se sustenta la cultura occidental, el pueblo, la gente común y corriente.
Que extraña coincidencia, Snape al igual que los jóvenes árabes, fueron acogidos y experimentaron, en algunos casos desde niños, el modo de vida del mundo desarrollado, ese que en el fondo detestaban. Sus mente dogmatizadas, impidieron cualquier titubeo, a la hora de llegar a cabo tan viles acciones. Queó claro que un nuevo terrorismo autosustentable basado en un fanatismo ciego hacía su debut.
En esta nueva guerra no habrá vencedores, solo más páginas para la historia referidas a la intolerancia entre dos culturas y sus visiones bifurcadas desde tiempos inmemoriales acerca de lo humano y lo divino.
De consuelo me queda que la muerte de Dumbledore a manos de su protegido Severus Snape, sea un error de mi amigo, ya que la versión en español del libro esta programada para fines de año, o simplemente sea una jugarreta para fregarme la vida, en relación a lo otro, la verdad es mejor no pensar.

miércoles, julio 27, 2005



Hay señales y señales

He trabajado tantos años en Radio, que soy un convencido que si bien una imagen vale más de mil palabras, también tiene un alto costo en neuronas. La TV da un producto terminado, donde no existe prácticamente interacción, el espectador toma una actitud pasiva, la imaginación se reduce a cero, ya esta todo procesado. Para variar es adictiva, no hay casa que al anochecer no la tenga encendida, no existen los padres que recurran a ella como niñera, sin siquiera procurar a que contenidos están accediendo sus hijos. Y la guinda de la torta, nuestra televisión deja bastante que desear, la forma de hacer televisión en nuestro país, carece de creatividad, la parrilla programática de los canales en su mayoría es extranjera y los pocos espacios locales son una mala copia de programas foráneos. El cable promociona cantidad en vez de calidad, el zaping es eterno, hay tanto pero a la vez tan poco que ver.
La Radio en cambio es un mundo ágil, instantaneo, incluso más creible, según sus propios auditores, en estos últimos años ha recobrado el terreno perdido ante la TV, hay una radio para cada segmento de nuestra población. La Radio acompaña, genera opinión. Sus ondas llegan a lugares increibles, la Radio lleva la pasión por la música a donde quiera que nos encontremos, acompaña cada momento y actividad de nuestras vidas. La música ha sido su mejor aliada, sin música no existiría la Radio, por eso nunca me conformé solo con escucharla, tenía que ser parte de ella, no me arrepiento. Por eso y mucho más siempre preferiré la radio a la televisión. En cada señal de Radio existe un mundo por descubrir, por eso escúchalas, están en todos lados.

lunes, julio 25, 2005

Me opongo

La carencia de ideas es patente es nuestra ciudad, y lo peor es que esto sucede a todo nivel. Las ideas innovadoras son desechadas por personajes temerosos de ser eclipsados en sus trabajos, y quienes tienen la desfachatez de plantearlas, corren el riesgo de ser aislados, por intentar figurar o lo que es peor osar cuestionar procedimientos, sistemas de funcionamiento, pueden terminar en ostracismo.
Somos más dados a destrozar a personas e instituciones por su desempeño y/o funcionamiento, que ha dar posibles soluciones, y ante una idea para reestructurar o intentar mejorar algo, en vez de considerar la factibilidad de aplicarla, el deporte nacional es derribar y enumerar un sin fin de factores que hacen de esa idea impracticable. Esta crítica, la mayoría de las veces, basada en percepciones carentes de sustento racional y objetivo, nunca son informadas o dadas a conocer en la instancia correspondiente, eso conllevaría cierto grado de compromiso, lo que prácticamente nadie esta dispuesto a asumir. Desgraciadamente esto no queda ahí, si por esas casualidades instancias superiores optan por poner en práctica, alguna innovación, esas crítica maliciosa cavará trincheras, de forma hacer fracasar cualquier atisbo de cambio, porque en el fondo el miedo al cambio, en definitiva nos aterra, el status quo, nos acomoda, la ley del mínimo esfuerzo rige cada una de las actividades que se desarrollan en nuestro San Antonio. hemos agregado un nuevo pecado capital, Pensar. La receta a seguir es simple, nunca opines para mejorar algo, solo para destrozar a personas e ideas, he ahí el verdadero placer. Y ante cualquier planteamiento novedoso, dí “me opongo, me opongo” como un antiguo regidor de este caserío, que solía oponerse sin siquiera poner atención a lo propuesto. Cosas de esta zona, no en vano la llamo Costa Brava.

lunes, julio 18, 2005


San Antonio es una ciudad, mmm, como decirlo, especial dentro de una categoría menos que importante. Explicar aquello es aún más difícil, esta zona del centro de Chile, no funciona en torno a Absolutos, sino más bien al término medio, en lenguaje coloquial, medio pelo. Se encuentra ubicada al centro de un país, que está a miles de kilómetros de lo que podríamos decir mundo desarrollado, aunque no demos cuenta de aquello. Contextualizemos, como país, brillamos en este extremo del continente Americano, por obra y desgracia de nuestros vecinos que no es mucho lo que aportan para el progreso en la región. Ante ese escenario, el país opta por desmarcarse y ofrece un perfil macroeconómico, acorde a los estándares que acomodan a los inversionistas extranjeros, lo que no percibimos es que éste figurar es de manera anecdótica, exótica si se quiere. Chile es un punto que se diluye en esta joven América. Si esta visión es un poco pesimista, falta dar una mirada a la fauna local. Dentro de las ciudades de este país, no figura San Antonio, ni siquiera como ciudad satélite de la gran urbe metropolitana, no nos alcanza ni siquiera para capital Regional, honor que posee Valparaíso, ciudad que además luce como título, Patrimonio de la Humanidad. Ante eso que se puede hacer. Nuestro peso a nivel nacional y regional es nulo, mediáticamente no existimos, no figuramos, no somos atractivos. Los medios de comunicación nos ignoran. A modo de ejemplo, el informe meteorológico emitido diariamente por los canales de TV, debemos contentarnos de que el tiempo que se anuncie en Valparaíso, será el que tendrá San Antonio, no existe interés por incluir un par de caracteres más en pantalla que recuerde al resto del país que San Antonio existe al menos en el mapa sinóptico.
La distancia media entre estas dos grandes urbes en la zona central de nuestro país, es por decir lo menos fatal. Obviamente los enclaves de poder que gobiernan esta larga faja de tierra, no se nutren de materia prima, a la hora de reclutar personajes que guien los destinos de este país, ya sea a nivel nacional, regional, es más desconfian de nuestras capacidades y nos imponen autoridades exportadas de otras partes del país a nivel local, no será como mucho. Esta postergación que abarca todas las áreas imaginables, pasando por las más importantes, como la económica, productiva, educativa, cultural, etc, etc. Ha hecho de esta zona un ciudad digna de un estudio sociológico a nuestra gente acerca de como nos comportamos y relacionamos en grupo. La ciudad huele a fomedad, a estancamiento, a depresión. Es difícil ver el presente y el futuro con optimismo, si basta leer un poco de la historia de la ciudad para darse cuenta que el dicho “todo tiempo pasado fue mejor” se cumple a cabalidad, la ciudad tenía más vida antes, y lo pero no se ve por donde revertir esta situación. Me rompe el corazón y a la vez me irrita, ver como la oportunidad que los pueblos depositan en las nuevas generaciones, en nuestro caso no resulta, no es practicable, nuestra juventud emigra a las grandes ciudades, llámense Valparaíso y Santiago, para satisfacer ese espíritu de superación que los inunda, la razón pueden ser varias, han vivido toda su infancia en un lugar monótono, claro, de ese hecho han reparado una vez que han salido de la región a estudiar o trabajar. Las ventajas comparativas con otra ciudades claramente no nos favorecen. Los que no han abandonado San Antonio por este motivo, han sido obligados a hacerlo, el campo laboral es muy limitado. Si alguien quiere surgir y crecer profesionalmente, debe irse, esa es una verdad más grande que un buque, y vaya que sabemos de buques grandes. La bohemia que tanto se recuerda en el puerto, esta en franca decadencia, esta se circunscribe a Lolleo y solamente los días viernes y sábado, con locales que no se distinguen en nada el uno del otro, y donde nuestra gallada, busca distracción.
Ha esta desmejorada posición de nuestra ciudad en la fauna de este país, se suma que las comunas cercanas, como Santo Domingo, Cartagena, El Tabo, El Quisco y Algarrobo, están dispersas territorialmente por nuestro litoral. A pesar de compartir los mismos problemas funcionan de manera independiente, siendo inexistente algún rasgo de identidad local, que funcione como un todo. Las comunas que limitan esta provincia, como lo es Santo Domingo y Algarrobo, responden a una realidad social que mucho difiere a la nuestra, es más ven un interés claro en desmarcarse de San Antonio y funcionar como unidad propia. Algo similar hace nuestro país en el contexto Sudamericano en relación a los otros países de la región. Esta actitud de aislamiento entre pueblos de una misma identidad fundada en la misma tradición histórica y tradición cultural, a la larga trae la exclusión del progreso de nuestros pueblos en el caudaloso río de la globalización.
Volviendo a San Antonio, no existen autoridades a nivel local que logren un consenso acerca de cómo abordar esta situación de estancamiento, es tan poca la identidad con el terruño, que sus habitantes entregan el voto popular al primer forastero que se presente en su portal. Nuestros diputados aportan lo que pueden, senadores ni soñar con alguno de esta zona. Si hasta de gobernador nos imponen un forastero, para fogearlo en política.
“Pueblo chico, infierno grande” es otro dicho popular que calza perfecto con la realidad Sanantonina, las divisiones y odios, se sienten en cada rincón donde se encuentren más de dos personas desarrollando cualquier tipo de actividad. Las relaciones interpersonales basadas en la envidia y el individualismo, sumandos a la ineptitud y el cero interés del gobierno central en dar oportunidades de progreso sustentables en el tiempo, tiene sumido a San Antonio en este letargo, status quo, del cual no se divisa una salida cercana.
A pesar que la caletita, como despectivamente llamaban los porteños a nuestro puerto, a través de un sistema de licitaciones mediante la cual empresa privada se adjudico la administración de los muelles de atraque, colocó sorpresivamente en la década de los noventa a San Antonio como primer puerto de Chile, y por estos días de la cuenca sudamericana, desplazando al puerto peruano del Callao. Estos títulos que a la larga no han significado nada para el desarrollo para nuestra gente. Como ejemplo, se prefiere traer mano de obra calificada desde otras ciudades. La riqueza y el progreso de nuestro país desfila por nuestras narices y para colmo nos provoca problemas de tráfico en nuestra única gran arteria, como es Barros Luco.

Son muchos los temas que me hacen desviarme de un análisis objetivo, ver en perspectiva los hechos y los problemas que empantanan nuestra zona, es complicado. Formo parte de esta ciudad y me siento orgulloso, a pesar que mis padres no son nacidos en esta tierra, siento cariño por ésta y me molesta de sobremanera, nuestra forma de enfrentar como ciudad los desafíos que nos imponen los tiempos. Veo con pavor como pasa el tiempo y las oportunidades no se generan. Esa falta de liderazgo, esa cuota de caudillismo, no se ve en ningún personaje de este pueblo. Solo veo peleas inconducentes, ambiciones que se nutren de este estancamiento, funcionarios públicos que personifican la palabra burocracia. Un rotar de autoridades, de cuoteos políticos, que si al menos ayudarán en algo se justificarían. Nos estancamos en eternas peleas de egos entre personajes de medio pelo, que en vez de sumar, solo merman la poca capacidad de lograr acciones en beneficio de este puerto. Nuestra capacidad de crítica destruye cualquier atisbo de idea, nadie cree en nadie, la desconfianza y temor provinciano nos hunde cada día más o si se quiere decir de otra manera, nuestra capacidad como ciudad cohesionada están almacenadas en alguno de los tantos almacenes extraportuarios esperando ser desconsolidado. Duele decirlo, pero otro punto a tomar en cuenta, es la imperancia de la ley del mínimo esfuerzo en nuestro quehacer diario, “no hagas lo que pude hacer otro”, parecen ser las máximas que rigen a la mayoría de nuestros conciudadanos, y si se esta al alero del servicio público el problema se multiplica por dos. Es puede deberse al problema depresivo que nos invade por todas partes, pero no es excusa suficiente. Nuestro querido Puerto alguna vez denominado Rojo, fue brutalmente acallado y reprimido por el gobierno militar, que para variar desde Tejas Verdes se encargó de limpiar el país de cualquier intención de oponerse la en ese entonces pronunciamiento militar. Sería injusto culpar a estos desgraciados sucesos toda la culpa de nuestra situación actual como ciudad, pero sin duda es un punto importante a considerar, ya que según mi opinión se socavaron las bases de sana convivencia, la confianza, lealtad, y otros tantos valores fueron de a poco dejados de lado, el compromiso social, el bien común por sobre intereses individuales se fueron extinguiendo hasta casi desaparecer de estos lares. Los círculos se cerraron, todos sabían lo que sucedía en el país en ese entonces, pero el silencio se apoderó de nosotros. La advertencia tuvo tintes de aleccionamiento para el pequeño y testarudo puerto, con la sangre de nuestros estibadores firmamos tácitamente la capitulación, y nos terminamos sometiendo al igual que el resto del país. Desde ese momento nadie confió en nadie, y fuimos tejiendo un realidad colectiva de que esa era la mejor manera de enfrentar nuestro destino, la acción se transformó en reacción, sin estímulo externo no funcionábamos, los resultados están ante nuestros ojos, solo marcamos el paso. El gobierno central a través de sus diversas reparticiones se encargan de mantener a la zona estable dentro de su gravedad. Las condiciones para un cambio de actitud social, entiéndase como la agrupación de todas las organizaciones sociales de que involucre a todos los sectores productivos de la zona en una sola dirección, dentro de un dialogo constructivo, no están dadas, para nuestra desgracia. La generación que llevará a nuestra ciudad a un progreso sustentable en el tiempo, para dulce beneficio de nuestra propia gente, hijos de esta tierra y forasteros anclados este puerto, francamente está tomando aires proféticos, esos que ocurren una vez cada miles de años. Mientras tanto esparemos que el día a día carcoma lentamente nuestras fuerzas y esperanzas de una mejor ciudad. Por lo pronto la depresión sigue galopante por nuestras calles, es de esperar que se tropiece en uno de los tantos hoyos existentes.

miércoles, julio 13, 2005


Que saben de Cordillera
Hace unos días un viento frio congeló a todo un país. Cuarenta cuatro jovenes en camino a recibirse de hombres no regresaron al regimiento, ni regresaran jamáss a sus hogares. La realidad nos llegó de golpe, solo un segmento de la población estaba representada en esos jovenes, campesinos, obreros, gente humilde de la región. Los mandos del ejercito, personal apto para la instrucción de los futuros soldados, no supieron reacionar ante los hechos que se desarrollabanen la montaña, su pensamiento y actuación vertical no fue suficiente, sumado a los instintos de sobrevivencia, donde solo importa el bienestar personal y no el del compa?ero, el resultado es claro 43 conscriptos y un suboficial fallecidos. Los oficiales enfrentan una justicia que apesar de todo actuaran cálidamente, no como lo sabe hacer la implacable montañaa. El país los llama héroes, yo diría Victimas, un héroe entrega su vida por un fin superior, además de ser un sacrificio voluntario, claramente ninguno de estos puntos se cumple en esta tragedia.

martes, julio 12, 2005

Pinta Paisajes por poco plata...

Dibujo en la arena .
Playa Grande, Costanera de Cartagena.
Artista anónimo.

Cartagena de Marzo a Diciembre es la Joya del Litoral.